sábado, 5 de septiembre de 2009


LEJANO  TREN

Hubo un tiempo, no tan lejano   , en  el cual  el  tren  era  el medio de transporte preferido de los argentinos.

Hombres y mujeres de  diferentes edades   y condición social elegían este servicio para trasladarse de un punto a otro del país.

El tren ofrecía varia  ventajas a sus usuarios  : rapidez   , comodidad, seguridad  y era accesible para cualquier  bolsillo.

A su indiscutida  utilidad para el traslado de personas y  mercaderías y su condición de  indispensable para   el desarrollo  productivo  de las provincias   , ante todo , el tren  daba vida  a los pueblos .

La gente del interior no solo  viajaba   en tren   ,   “disfrutaba    viajando en tren y mirando pasar el tren  .

El viaje  a la Capital Federal, por ejemplo, era un  típico  paseo  familiar que se gozaba  desde el instante mismo  en que se arribaba a la estación ferroviaria  llena de encanto y misterio , con su  estilo exótico   que parecía sacado  de otra época ,  como  quien trasplanta un árbol autóctono  y lo coloca en un  terreno ajeno  para  que luzca  único en ese lugar.

Al borde del andén los pasajeros  aguardaban  atentos , ansiosos  ,solemnes,   con la mirada larga hacia el  final de las vías ,expectantes a los sonidos  que anunciaban  finalmente  la próxima llegada de la locomotora

Y como en una  secuencia de acontecimientos programados   , luego de la  bocina ronca   , la campana del guarda que  anunciaba  que se venía lo  mejor:  subir al tren y disfrutar de un plácido viaje .

Pero  hubo un día en que esa preferencia se fue apagando. La gente optó por otros medios de transporte y la estación ferroviaria poco a poco perdió su brillo y trascendencia.

No sé  exactamente cuando  comenzó  la  decadencia de nuestro sistema ferroviario que  al menos hasta la fecha no ha dado  señales de  reversión.

 Tal vez fue el día en que alguien tiró por primera vez una piedra contra el vidrio o que le arrebataron la cartera  a la señora desprevenida y entonces sentimos que viajar ya no era tan seguro.

Tal vez fue el día en que dejaron de ser precisos sus horarios   o el día en que la falta de higiene   de sus vagones nos incomodó.

Aunque convengamos  ,  nunca fueron demasiado limpios los trenes. Aceptemos que al menos en este aspecto  el problema no ha sido  de los gobiernos ,ni  del sistema ferroviario , sino de la idiosincrasia argentina  que,  para bien o para mal , nunca será igual a la de suiza ,por brindar un ejemplo .

Se  reprocha a los  gobiernos  de las últimas décadas no haber  valorado  su importancia y descuidar su mantenimiento.

Los ferrocarriles  argentinos que a partir de 1955 entraron en una lenta y paulatina agonía  terminaron por ser desmantelados o privatizados  durante la década del 90 .

Pensar que en otros países la red ferroviaria es  un medio masivo de transporte, de suma utilidad por su rapidez , por su comodidad y  la eficiencia de su servicio .

En Argentina  ,  que supo tener una de las diez redes mas extensas del mundo hoy se  ha transformado  en miles de kilómetros  de vías abandonadas  y de infraestructura  y parques ferroviarios  saqueados  ,en ramales devastados .

Hay hechos que suceden inevitablemente  pero otros ocurren por la acción o inacción de alguien o de algunos.

En el caso del tren , su deterioro no se produjo de un día para el otro.

Fueron varios anuncios ,como el de su bocina disfónica ,que nos alertaban de su caída en pendiente  si no se tomaban medidas a tiempo.

Se debe reconocer que la mayor parte de tan negativo resultado  debe ser imputado  a la  ineficiente administración estatal  , a la corrupción  y a las fallas de gestión que convirtieron  al sistema ferroviario en una de las actividades más deficitarias de la economía nacional .

Las  consecuencias han sido lamentables. Además de que los argentinos nos hemos privado de un servicio de transporte excepcional   , se estima que  alrededor de 800 pueblos  languidecen  penosamente  desde el día en que el tren dejó de pasar  .

Por otro lado su efecto se ha sentido en las rutas que  se encuentran abarrotadas  por el transporte automotor de carga  que bien podría descongestionarse  con el buen  funcionamiento del sistema ferroviario.

Según  Jorge Waddell “ El ferrocarril  cumplió una gran contribución  en el desarrollo de la Argentina  En la segunda mitad del siglo XIX  y la primera mitad del siglo XX  el sistema ferroviario   permitió la  incorporación al país  a la economía mundial ,pobló el territorio nacional  y desarrolló la producción  ,generando  inversión ,trabajo ,abaratando los costos del transporte”

Son muchos  los sectores que mantienen el reclamo  de actualizar el tendido ferroviario   a través de obras  estructurales para ponerlo en funcionamiento otra vez.

Sin embargo las intenciones no alcanzan  si no van acompañadas de acciones tendientes a concretar el objetivo fijado .

En tal sentido , la recuperación del ferrocarril será viable en tanto las políticas del gobierno  revaloricen su importancia ,lo reincorporen   a las actividades productivas del país, como motor de desarrollo regional   y   como actor presente en la historia de los pueblos .

María Cecilia Repetto