miércoles, 16 de septiembre de 2015


JUSTICIA Y POLITICA

 

Siempre se ha dicho que los jueces hablan solo por sus   sentencias.   

Sin embargo   ,  en el mundo de hoy  , esta afirmación parece   relativa.

Poco a poco la imagen del  juez recluido en su despacho analizando  bajo una  lámpara de luz tenue los casos que debe  resolver ha sido desplazada por  la de un funcionario más accesible  y con un contacto más  cercano al mundo que lo rodea.

El auge de las comunicaciones  y la nuevas tecnologías de la información  mucho han tenido que ver con estas modificaciones   ; la actividad judicial  ya no se está   encapsulada en los Tribunales  como sucedía antes pues las exigencias de la sociedad actual han impuesto una nueva  modalidad en donde la interacción con la comunidad  a la que el funcionario pertenece y la información juegan un papel muy  importante.

Nunca más que ahora se ha corporizado  en la sociedad aquello de que “El pueblo quiere saber de qué se trata”

Nunca más que ahora la inquietud de la gente  por saber lo que ocurre a su alrededor es canalizada por las múltiples alternativas informativas.

El  derecho acceso a la información reconocido en el art. 13 del Pacto de San José de Costa Rica es una  herramienta fundamental   para alcanzar la transparencia de los actos del Estado y  también un medio de fiscalización y participación efectiva de todos los sectores de la sociedad. Pero además es propia del  régimen republicano que contiene en su esencia el principio de la publicidad de los actos de gobierno.

No obstante,  dentro de la esfera judicial  tan importante como preservar el legítimo derecho a la información ciudadana es definir  los límites y hallar el  punto de equilibrio necesario para que sin vulnerarlos   se preserven  las normas del debido proceso judicial,

La independencia del poder judicial, uno de los pilares sobre los que se asienta una república presupone  que nadie, ni otros poderes del Estado, ni la opinión pública ni los medios de comunicación interfieran  de algún modo la  actividad de la justicia.

Un  juez no tiene que ser popular  en el sentido de buscar la aprobación de la mayoría. El juez tiene que lograr que las mayorías entiendan lo que está haciendo y lo respeten  aunque no estén de acuerdo. 

 

 

Lamentablemente hoy en día la independencia  del poder judicial  en la Argentina  está cuestionada  lo cual es un problema muy serio que debe hacer reaccionar a toda la sociedad.

 

Diariamente tomamos conocimiento de investigaciones judiciales  que quedan salpicadas por la sospecha de que hay intereses políticos en juego que obstruyen el camino de la verdad y la justicia.

Cada vez se ha acentúa más en la sociedad la sensación de que los funcionarios judiciales trabajan presionados por un determinado sector político o que tienen una postura  que pone en  tela de juicio  su imparcialidad.

Una situación de esta naturaleza  se suscitó con  la muerte del fiscal Nisman de gran  repercusión    en los  medios de comunicación , que ha suscitado en la opinión pública la sensación  de que se está frente a un caso que nunca llegará a resolverse porque los intereses políticos en juego impedirán que se avance hacia la verdad.

 

La remoción del juez Luis María Cabral de su cargo como subrogante en la Sala I de la Cámara de Casación Penal, con el propósito de impedir su presumible voto en contra del cuestionable memorando entre la Argentina e Irán   y el apartamiento del Juez Bonadío de la causa  Hotesur que venía investigando  profundiza la crisis del poder judicial y por ende  de las instituciones democráticas

Según el presidente de la Asociación de Magistrados, Ricardo Recondo, los jueces se están "defendiendo contra un intento de eliminación de la Justicia", agregando que  "lamentablemente muchos fiscales y jueces tienen miedo" y aseveró que "cuando llegan causas complicadas, uno tiene que tener coraje y, lamentablemente, hay muchos que no lo tienen".

 

Por esta razón uno de los mayores desafíos que deberán asumir el próximo gobierno deberá estar orientado en  devolver al poder judicial todos los atributos que presupone su buen funcionamiento  para que puedan cumplir su misión de  asegurar la vigencia de la Constitución y las instituciones que ella ha erigido.

 

María Cecilia Repetto

 

 

 

 

 

 

UN MUNDO SIN ARMAS NUCLEARES

A SETENTA AÑOS DE HIROSHIMA

 

El 6 de agosto pasado se cumplió un nuevo aniversario  del  día en que se arrojó la primera bomba atómica sobre la localidad japonesa  de Hiroshima.

Tres días después, el 9 de agosto de 1.945, le tocaría el  infortunio a la población de Nagasaki.

Han pasado setenta años desde aquella trágica mañana de agosto y pese al tiempo transcurrido las heridas causadas no pueden borrarse  de la memoria colectiva.

La magnitud de sus consecuencias, a la manera de una marca de fuego, provocaron  una vuelta de página en la historia de la humanidad, el inicio de la era atómica.

Desde entonces se habló de un antes y un después de la bomba atómica.

La detonación de aquel infame artefacto de exterminio humano  fue  una clara demostración de que en el hombre habitan pulsiones destructivas tan intensas que incluso pueden superar a la de otros seres vivos, que el hombre  puede ser en ocasiones  más cruel que los lobos  y poner en riesgo la especie.

Pero además, a partir de la bomba atómica quedó también demostrado que el  hombre es capaz de destruir el planeta a través de los arsenales atómicos  acumulados en diversos países.

La historia de Hiroshima y Nagasaki aún permanece viva en el recuerdo de decenas de hibakusha, sobrevivientes del bombardeo  :

El seis de agosto de 1.945  a las 8 y 15 de la mañana el bombardero B-29 al que se le puso el nombre Enola Gay, nombre de la madre del piloto  Paul Tibbets ,  lanzó sobre Hiroshima una bomba de uranio a la que se  denominó “Litlle Boy “.

Según relatos de alguna de sus víctimas, un ruido ensordecedor marcó el instante de la explosión, seguido de un resplandor  que iluminó el cielo.

En minutos, una columna de humo color gris –morado ,con un corazón de fuego de una temperatura aproximada de 4000° C se convirtió en un hongo atómico de un Km. de altura.

Se estima que 140.000 personas murieron tras el estallido de la bomba atómica  en la ciudad de Hiroshima que por ese entonces tenía 350.000 habitantes.

Tres días después otra bomba en Nagasaki  mató a  80.000  personas.

La gran mayoría de los habitantes de ambas ciudades estuvieron expuestos a la lluvia radioactiva y las consecuencias de esta exposición sobre sus cuerpos no fueron perceptibles de inmediato pero las secuelas fueron gravísimas.

Sin embargo, los efectos del bombardeo no fueron iguales.

La situación geográfica  de cada lugar influyó sobre el grado de destrucción.

En Hiroshima, emplazada sobre un valle, las olas de fuego se expandieron más rápidamente que en Nagasaki donde su relieve montañoso  contuvo la expansión de la destrucción.

Dos kilómetros a la redonda de donde explotaron las bombas la catástrofe fue absoluta: el fuego y el calor mataron instantáneamente a miles de seres humanos, plantas y animales.

En esta zona  no permaneció en pie ni una sola edificación  y se quemaron las estructuras de acero  de los edificios en concreto.

Las tejas de barro de las casas se derritieron. Las casas de madera ardieron en llamas  pero la gran tragedia fue la gran cantidad de pérdidas de vidas humanas.

Científicos han confirmado que la temperatura había alcanzado los 50 millones de grados centígrados en la zona de impacto y 1800 grados a una distancia de dos kilómetros.

¿Era necesario el uso de estos fatídicos artefactos para poner fin a una   guerra?

El presidente norteamericano Harry  Truman fue quien  tomó la decisión de lanzar la bomba atómica sobre Japón.

Tanto Truman como el aparato militar y gubernamental alegaron que el uso de la misma ayudó a salvar miles de vidas que se hubieran perdido si la guerra hubiera continuado durante más tiempo.

Es cierto que a pocos días de haberse arrojado la segunda bomba atómica sobre Nagasaki, Japón se rendía  y se ponía fin a la Segunda Guerra Mundial  hecho ocurrido el 15 de agosto de 1.945.

Es verdad también que el uso de la bomba sirvió para demostrar los enormes efectos disuasivos  del poderío militar  de EEUU especialmente  ante la Unión Soviética para que pusieran freno a sus posibles planes de expansión en Europa del Este.

No obstante   , los argumentos  del “Mal Menor “esgrimidos por EEUU para justificar el uso de armas nucleares son muy cuestionados.

Para muchos  la rendición japonesa hubiera podido conseguirse sin recurrir a ellas  .Por otro lado ,en la opinión de algunos historiadores , antes de la detonación de Hiroshima, Japón ya estaba buscando desesperadamente un camino hacia la rendición y para ello había buscado incluso la intermediación de la Unión Soviética, con la que había suscrito un tratado de neutralidad años antes.

Y lo más  grave ¿El uso de armas o estrategias que no discriminan entre combatientes y civiles por parte de EE.UU no constituye  un crimen de guerra?

Han pasado sesenta años y aún ese dolor no ha podido transformarse en una enseñanza para preservar la paz y promover el desarme nuclear.

Los habitantes de Hiroshima conmemoraron con tristeza el 70 aniversario del primer ataque de la bomba atómica.  Durante la ceremonia, el primer ministro japonés Shinzo Abe renovó ante la presencia de 55000 personas  el compromiso de su país  de trabajar para conseguir  un mundo sin armas nucleares e hizo un llamamiento a la paz mundial .Ojalá sea escuchado.

Se estima que  en la actualidad hay todavía 15.850 armas nucleares. La mayor parte de ellas están en manos de Rusia (7500) y de Estados Unidos (7260). A gran distancia les siguen China (260), Paquistán (entre 100 y 200) y la India (entre 90 y 110).

Los recientes encuentros entre EEUU e Irán para alcanzar un acuerdo de desarme abren una ventana de esperanza  para la humanidad. Si se llegara a un acuerdo sería el mayor paso hacia la reconciliación de Irán y Occidente desde la Revolución Islámica de 1979.

No obstante, la lentitud  de  las negociaciones que se están llevando a cabo nos hace pensar que  todavía falta mucho para que el mundo reciba la noticia de que se ha alcanzado por fin ese   objetivo.

                                                                                                         María Cecilia Repetto

 

LA PUREZA DEL SUFRAGIO

La sanción de la ley Saenz Peña en el año 1912 representó  un avance en la consolidación del sistema democrático al establecer  el voto popular, secreto y obligatorio.

Con ella  parecían haber quedado  atrás el fraude y la violencia  que garantizaban la permanencia en el poder de una minoría autoritaria que gobernaba  a espaldas de  los sectores más desprotegidos que no tenían  voz ni voto.

Pocos países antes de 1914, afirma Natalio Botana, constituían  repúblicas formales (Estados Unidos, Francia, Suiza)  La mayoría de las naciones  eran monarquías en las que se aplicaba el voto censitario  que exige al ciudadano  poseer ciertos  bienes para poder sufragar.

Pero la tendencia más moderna apuntaba  a abolir  tales requisitos  como se había hecho en España  donde se instalaron formas limpias de sufragio y el gobierno de Saenz Peña  se inspiró en el modelo español.

Esta primavera democrática, sin embargo, no tuvo demasiada  eficacia en el tiempo.

Luego de la Revolución del 1.930   sucesivos gobiernos se encargaron de transgredirla .Volvieron la década del fraude  y el consiguiente retroceso de los hábitos cívicos de nuestro país.

La primera de estas violaciones se perpetró después de las elecciones  bonaerenses  del 5 de abril de 1.931 en donde el Presidente Uriburu  ante el indudable triunfo radical anuló la elección.

A partir de esa experiencia y desde las elecciones generales de noviembre de 1931 en los cuales la fórmula radical fue proscripta  el oficialismo comenzó a utilizar el fraude como mecanismo que evitaba el acceso de los opositores al poder .El presidente Justo llegaría al poder dentro de este contexto.

En esta época el sistema se vio inundado de trampas  y violencia: Se secuestraban libretas, se agredía y expulsaba  a los fiscales de la oposición, se falsificaban las actas, se sustituían urnas.

Un ejemplo de ello  fue la elección de Manuel Antonio Fresco para la gobernación de Buenos Aires en 1.935.Esta época es conocida  con  el calificativo de Fraude Patriótico.

Según los conservadores  y antipersonalistas  este era el modo de evitar  que llegaran al poder las masas  que ignorantes  se dejaban manipular por demagogos  que hacían mal uso de la cosa pública.

Una situación de estas  características  se repitió  en 1.937 cuando  asume  la presidencia de la  nación la fórmula oficialista integrada por  Roberto Ortiz –Ramón Castillo.

 No obstante, ni bien asumido el cargo , el nuevo presidente  ,incómodo con la fuente y naturaleza de su poder  se empeñó    en modificar ese pecado de origen  encarando para ello un proceso de restauración de las normas democráticas  elementales .Esta actitud hizo que lo compararan con Roque Saenz Peña  quien también había llegado al poder con elecciones fraudulentas  para después desmontar  un sistema  político corrupto .

 

Los hechos ocurridos recientemente en las elecciones de la provincia de Tucumán nos han hecho recordar prácticas que parecían superadas en nuestro país después de más de treinta años de ejercicio democrático ininterrumpido.

En estos días las numerosas  denuncias de irregularidades en el acto eleccionario  de Tucumán han encendido una señal de alarma acerca de la fragilidad de un sistema electoral que  debe ser revisado pues pone en peligro  la solidez de nuestra democracia.

Es una decisión de los argentinos pero en especial de la clase política impulsar los cambios necesarios para afrontar la próxima elección presidencial en un marco de legalidad y transparencia.

Desde la sanción de la Ley Saenz Peña  hasta hoy se ha avanzado mucho  en tecnología, en informática y en herramientas que aportarían mecanismos  más eficientes más rápidos, más transparentes a la hora de votar.

Propiciar una reforma electoral para ponerla en práctica el próximo  25 de octubre es imposible pues no daría el  tiempo para poder realizarla .No obstante ello, hay procedimientos de emergencia que podrían contrarrestar los déficit del sistema de votación en los comicios que se llevarán a cabo en el mes de octubre.

De todas las propuestas que se han aportado estos días la Cámara Nacional Electoral  analiza la posibilidad de instrumentar la boleta única complementaria  para los caso en los que el votante reporte a las autoridades de mesa  ausencia de boletas de una o más listas en el cuarto oscuro.

Por otro lado las principales fuerzas de la oposición  están trabajando en un acuerdo de colaboración interpartidario  para que en cada votación haya fiscales repositores con boletas de todos los partidos.

También sería beneficioso profundizar la capacitación de las autoridades de mesa y    asegurar su presencia el día de la votación y además  acercar información clara  al votante  sobre la oferta electoral.

Esto último se vuelve muy complejo en algunas provincias donde el sistema de acople, como el de Tucumán o  La Rioja, estimula la proliferación de partidos que cuelgan sus listas de legisladores e intendentes debajo de la boleta  de los candidatos principales generando confusión.

Durante la década del 30 la ley Saenz Peña estaba vigente pero eran sus representantes con la complicidad de un parte de sociedad civil quienes consentían su  transgresión.

Lo ocurrido en Tucumán es un llamado de atención a la ciudadanía a no retroceder a la época de las   prácticas fraudulentas que han opacado nuestra  historia.

No basta con perfeccionar el mecanismo electoral si no existe conciencia cívica por respetar las leyes, por eliminar de raíz la corrupción estatal, el feudalismo arraigado en muchas provincias del interior y el clientelismo que mantiene cautivos a las clases pobres.

Por esta razón una reforma electoral bien planteada debe ir acompañada por una revolución educativa que es la  herramienta más eficaz que se ha inventado para  liberar al hombre y combatir los ardides de la política.

María Cecilia Repetto

 

 

 

 

 LA EDUCACION COMO FACTOR DE PROGRESO EN DOLORES

 

              El  pasado 21 de agosto se cumplió un nuevo aniversario de la fundación de nuestra ciudad.

Es común en estas ocasiones volver la mirada hacia atrás tratando de realizar  un balance  de todos los  avances conseguidos  a lo largo del tiempo y de lo que aún nos resta  por hacer pues  , por regla general   , siempre existirán las asignaturas pendientes  en el quehacer de una comunidad .

Con mucha razón se dice que el progreso de un pueblo es como la línea del  horizonte, se va corriendo a medida que se va  avanzando.

No es tarea sencilla    resumir  la historia de una ciudad  y  más dificultoso aún medir los niveles de  crecimiento después de casi  dos siglos de vida.  Muchas veces al hacer estas valoraciones   se suele poner  el acento  en los gobiernos, procurando  establecer cuanto tuvieron que ver ellos en su desarrollo o en su estancamiento, si fueron eficientes, progresistas,  o simplemente mediocres.

Es innegable que cada gobierno deja su impronta  y el grado de capacidad o lucidez de sus representantes   tiene   una influencia decisiva   en el destino de una  comunidad .

No obstante ello ,a mi juicio ,  no son los  gobiernos  los artífices de la historia de los pueblos ni los  forjadores de su progreso sino  las sucesivas generaciones de vecinos que con su esfuerzo constructivo y proyectos  van  abriendo a su manera  los  caminos hacia su desarrollo.

En su primer centenario  de vida, nuestra ciudad adquirió un notable florecimiento en el plano urbanístico, cultural y en sus economías regionales que no hubiera sido posible sin  la presencia activa de las  Asociaciones de Inmigrantes, las Sociedades de Fomento, Cooperativas, Clubes de Servicio, Agrupaciones barriales, las familias, es decir, de los vecinos de Dolores.

Basta con repasar algunas páginas de la historia local para advertir la influencia  que ejercieron  las  colectividades de inmigrantes que  aquí se instalaron   a finales del siglo XIX y principios del siglo XX   con sus aportes culturales  y sus valores que tenían como eje la familia y el trabajo .

 

Varias veces me pregunté  si  las expectativas de  Don Ramón Lara al fundar nuestra  ciudad  se habrían  limitado  a  cumplir con  el objetivo  que le encomendara  el gobierno provincial.  Recordemos que  la causa de la fundación   de nuestro pueblo –su razón de ser- fue para responder a un problema de índole político  como era correr  la línea de frontera  hacia el sur  para poner un freno al avance del indio .

Pero al  observar el comportamiento desplegado por el Capitán Lara  en tiempos  posteriores a la fundación de la ciudad, su vehemencia, dedicación y compromiso asumido con el pueblo  de Dolores llego a la conclusión de que su sueño no se restringió a poner un freno territorial sino que fue más ambicioso, como el de quien pone una semilla con la esperanza de que de él crezca un  árbol  frondoso.

Lo comprueba el hecho de su  preocupación manifiesta por traer el progreso al pueblo de Dolores a través de  la  educación.

Concretamente  Don Lara hacia  el año 1834  manifiesta en el diario La Gaceta la necesidad de que existiera una escuela en Dolores y reclama por que enviara una maestra que enseñara a los pobladores   aunque, lamentablemente,  murió sin ver cumplido su deseo que se concretó algún tiempo después .La señora Manuela Butierrez de Urdanvideluz, fue la primer maestra que tuvo nuestra ciudad.

A la manera de una maestra particular y en su propio hogar comenzó en la enseñanza de las primeras letras a un grupo de niñas hasta el año 1945 en que abrió su escuela  privada a la cual acudieron  los hijos de las principales familias de Dolores.

En el año 1852 se estableció la primera escuela oficial de varones bajo la dirección del preceptor  Don Pedro Molina.

 

Esta tesitura de afirmarse en la educación como herramienta de progreso que tuvieron  los primeros vecinos Dolores se mantuvo  con el mismo énfasis en  las generaciones que le siguieron; fue sin dudas la mejor inversión que hicieron para la posteridad .

Como consecuencia de ello nuestra ciudad fue reconocida en la zona por el  prestigio de los establecimientos educativos, por la calidad de la enseñanza y el alto nivel de sus  docentes.

No en vano Sarmiento  durante su presidencia también consideró que la  vía más efectiva y duradera de llevar el adelanto a  un país era educando a sus habitantes y combatiendo el analfabetismo. Así fue como la Argentina  llegó a  tener una ubicación privilegiada  a principios del siglo pasado entre  los países en desarrollo.

Nuestra ciudad pronto cumplirá doscientos años de vida .Sería interesante promover una encuesta de satisfacción acerca del nivel de adelanto de  nuestra ciudad y en especial sobre el nivel de la educación de los alumnos dolorenses.

En el nivel de progreso de un pueblo, no es un hecho casual, depende  mucho de  la actitud comprometida de los vecinos  .No se construye desde el individualismo  sino cuando hay una suma de voluntades que empujan hacia en la misma dirección.

Así lo sintieron nuestros ancestros  con una postura de vida  que deberíamos mirar más como un ejemplo para imitar. Ellos  se abrían camino con su propio esfuerzo, con su ingenio y con “iniciativas propias” y sin esperar la  injerencia de un Estado benefactor que no siempre en forma desinteresada se   extralimita  y distrae de  lo que constituyen sus principales ocupaciones .

Reflexionar entre todos acerca de cuáles son nuestras prioridades, trabajar en un proyecto conjunto que se continúe más allá de los gobiernos que nos representen, fijar políticas  que no se interrumpan en el tiempo en donde  la salud de la población, la seguridad   y  la educación constituyan sean los aspectos centrales de la agenda pública sería uno de los mejores gestos de madurez  cívica y la mejor manera de encarar los preparativos del bicentenario.

 

María Cecilia Repetto