miércoles, 14 de septiembre de 2016

199 AÑOS DE LA FUNDACION DE DOLORES


 ALGO MÁS QUE EL PASO DEL TIEMPO

 Aniversario de la Fundación de Dolores



        Un clima de festejo vivió  nuestra ciudad  de Dolores este fin de semana  con motivo de cumplirse 199 años de  su nacimiento.

Nuestra  plaza Castelli fue la sede principal de los actos oficiales  y de las celebraciones  que consistieron en una  feria de  artesanías y comidas de diferentes países y la presentación de  numerosos espectáculos musicales que entusiasmaron especialmente al público juvenil.

Dolores cuando se viste de fiesta exhibe  un perfil de contagiosa  alegría , imagen que preludia la  amplia agenda amplia de eventos que  se prevén realizar   a lo largo de lo que oficialmente se ha llamado “El Año del Bicentenario  de Dolores “.

Cumplir doscientos años  es un acontecimiento  importante para todos los dolorenses.

Parecen pocos si los comparamos con ciudades milenarias como Egipto, Atenas o Roma  ,pero demasiados para  lo distantes  que parecen  en el tiempo  las historias vinculadas a nuestros  primeros años de vida como pueblo.

Mucho tiempo ha transcurrido desde  que el Capitán Ramón Lara con autorización del Director Pueyrredón   fundó  Dolores    sobre tierras donadas por  Julián Martinez Carmona.

Lejanos nos resultan  los  problemas que inquietaban a  los gobiernos de aquella  época ,la  necesidad de terminar con  “El problema del indio “  ,  el afán por correrlos   hacia el sur ,más allá de la línea de frontera  ,porque su  impetuosa presencia  ,según decían , constituía un peligro para los nuevos pobladores y hacendados de la zona . El  salvaje indio  pampa  ,que tal vez no era tan salvaje  pero representaba una amenaza a la civilización   fue la causa principal de la creación de nuestra ciudad . No tenemos la culpa  , pero asumamos que este fue nuestro origen con todos los cuestionamientos que nos produce .

Cuánto tiempo ha transcurrido desde que un malón  al mando de José Luis  Molina   prendió fuego nuestro pueblo (1.821)  habitado por unas cuantas   familias a las que les arrebataron  sus pocas pertenencias  llevándose cautivas algunas mujeres , entre ellas dicen , una hermana ciega del fundador.

Luego  la historia de la reedificación (1.824/1.826) y el empeño del Capitán  Lara para que Dolores resurja entre las cenizas , esta vez  para siempre como una comunidad centinela del sud de la provincia de Buenos Aires. ¡El  Primer Pueblo Patrio !

Que difícil imaginar en el horizonte de  estos doscientos años , las dificultades que habrán sufrido  los primeros pobladores para sobrevivir en medio de la precariedad y el aislamiento ,la falta de  caminos ,la ausencia de comunicaciones, la carencia  de los elementos  que hoy consideramos indispensables para vivir .

Pensar   en  aquellos meses de agitación  y miedo que precedieron  a la Revolución del Sud en 1.839 en donde un grupo de hacendados se rebeló  contra el  gobierno de Juan Manuel de Rosas que le costó la vida a Pedro Castelli cuya cabeza fue colgada como  escarmiento en la plaza que hoy lleva su nombre.

Que difusas en el tiempo parecen las anécdotas del arribo de los inmigrantes a nuestro pueblo en los albores del siglo XX   trayendo consigo  las costumbres   de sus países de origen y fueron otros aromas , otras músicas, otras lenguas ,que se fueron entrelazando  devolviendo  a nuestra ciudad una nueva fisonomía ,nuevas semillas que comenzaron a dar frutos en tierras vírgenes.

Dolores es nuestra ciudad , es la tierra donde descansan nuestros padres y en la que criamos a nuestros hijos .Es una ciudad que se desarrolló  al calor del Preámbulo de nuestra Constitución Nacional ,cumpliendo la premisa alberdiana de poblar , abriendo sus brazos a todos los que quisieron  habitar su suelo ,para construir su hogar, formar su familia,  trabajar la tierra, educar a sus hijos .

Porque el hombre no hace otra cosa en la vida que abrir  caminos para que el  andar de sus hijos sea más dichoso  y fácil que el suyo.

La proximidad del Bicentenario nos ofrece una oportunidad única para soñar a lo grande , para homenajear a todos los que han participado de esta historia común ,para proyectar un futuro de progreso con miras a los años que vendrán .

 Sería óptimo que pudiéramos embarcarnos en un ambicioso proyecto que nos permita evolucionar como comunidad  para los próximos cincuenta ,cien o doscientos años   .Un proyecto superador que cuente con el consenso de todos los sectores políticos y sociales ,que  incluya entre otras cosas  el mejoramiento urbano y el desarrollo industrial para nuestra ciudad, aspectos  que siempre ha quedado postergados por causas que probablemente tengan  más que ver con nuestra idiosincrasia que por razones de índole económica o política.

Dolores, sobria,  prudente, educada , respetuosa de las ideas y creencias de sus habitantes ,ha logrado a lo largo del tiempo establecer una convivencia armoniosa y fraterna  entre sus vecinos Quizá  este detalle ,que no siempre es  resaltado , constituya  nuestro  mayor logro  y el molde en el cual debieran inspirarse todos  en la Argentina para hallar soluciones a los problemas de la patria.

La proximidad del bicentenario debe unirnos para festejar algo más que  el paso del tiempo; celebremos el compromiso de proyectar entre todos un futuro de progreso.

María Cecilia Repetto









lunes, 12 de septiembre de 2016


LOS DILEMAS DE UN HOMBRE FRENTE A LA INSEGURIDAD        

    El médico de la localidad de San Martín que el pasado 27 de agosto  mató  de cuatro balazos al ladrón que pretendía robarle el  auto a la salida de su consultorio nunca imaginó que cinco minutos  serían suficientes  para hundirlo en  un dilema existencial.

El destino, sino la  casualidad , fueron responsables del aciago encuentro entre el Doctor Villar Cataldo y un muchacho de 24 años que completaba su oficio de cartonero con otra actividad, potencialmente más lucrativa pero de mayor riesgo , detalle  esencial  que el joven tal vez  no previó o   subestimó y  terminó costándole la vida de una manera trágica e indeseada.

Era de  noche  cuando el   Doctor Cataldo después de haber atendido al último paciente  se subía a su vehículo de regreso  a su casa. Hasta entonces todo daba la apariencia de ser un  día normal excepto por lo que sobrevendría  instantes después.

Durante la tarde ,   tal vez a la misma hora en que el médico auscultaba el corazón a su primer paciente o le recetaba el medicamento para la presión al segundo de ellos ,o le formulaba recomendaciones a una anciana del barrio ,quien sabe, en la casa precaria de un barrio pobre un joven a quien las cartas del destino no le salieron buenas  ,preparaba su arma de trabajo ,es decir ,su revólver , para salir a buscar una nueva  víctima de sus atracos  ni bien cayera el sol .

Coincidieron en el tiempo, el médico que se retiraba de su consultorio y el ladrón que justo pasaba por ese   domicilio.  “Ese “ habrá dicho para sus adentros  el delincuente , mientras se erguía para acomodar  la pistola en el bolsillo de atrás de su jean gastado y se subía la capucha del buzo de algodón para esconder su identidad  .Tenía oficio , sería cosa de unos minutos ,un golpe de culata al viejo  , un empujón  ,una palabrotas intimidatorias ,el dame todo o te mato  y  violín en bolsa . En un par de minutos estaría   con el auto ajeno  y alguna otra cosa que pudiera arrebatarle   satisfecho  en la casa de su madre quien como cada tarde lo esperaba con el mate y una complaciente sonrisa.

Ya conocemos  el desenlace , el final  invertido , el silencio mortal , el detalle que el ladrón  no tuvo en cuenta si es que se representó la escena : un arma escondida en el cantero  que un médico  frío por los gajes del oficio,  prevenido y atemorizado no dudó en utilizar casi instintivamente en su legítima defensa.

¿Fue   casualidad o   causalidad  el episodio  que derivó en la muerte del asaltante?

En la vida de todos los seres humanos hay un amplio margen de  imprevistos, hechos que no tenemos en cuenta, ni podemos  imaginar y que sin embargo potencialmente pueden torcer el curso de nuestro destino.

Hasta entonces la vida del médico a quien conocimos a partir de este acontecimiento había sido sencillamente ejemplar  y  caprichosamente contrapuesta a la del joven  a quien asesinó  el día del asalto. Su origen humilde no  había sido  obstáculo  para  trabajar y estudiar  hasta recibirse  de  médico y poder llevar  tras años de esfuerzo  una vida más cómoda  para él y  su familia .

Sin embargo   , una conducta extraña, emergida de  lo más profundo de su ser lo empardaba ahora con su víctima, lo rebajaba a la condición de homicida  trastocando hasta sus bases los principios rectores de su vida.

Su desasosiego  de hoy es comprensible tanto como el sufrimiento  de la madre del ladrón por la pérdida de su hijo.

Probablemente el médico  hubiera actuado  de manera menos violenta  de no haber sufrido  antes  situaciones similares  que le habían llevado a tomar recaudos para protegerse.

Probablemente la reacción hubiera sido diferente si no existiera la  sensación de insuficiencia por parte del  Estado en su deber de proteger a los ciudadanos.

Probablemente, también, el muchacho hubiera tenido una vida mejor en un entorno que le ofreciera mejores expectativas .

Tal vez lo que sucedió  en este caso  podría definirse como  la consagración de la ley de la selva.

El ladrón que como un animal salvaje salió  a buscar una presa fácil  y la reacción del médico que se defendió con uñas y dientes, de manera instintiva aunque  en su inconsciente ya anidaba la idea de que si no era el por sí mismo nadie lo defendería.

Entonces frente a un espectáculo como el sucedido que nos ha llamado la atención por su final más que por su principio la sociedad en su conjunto debe  exigir a las autoridades que son las encargadas de proteger a la gente  y preservar el orden social  que den  respuestas asertivas  para que la inseguridad y la violencia dejen  de cobrarse víctimas  cada día.

Hace un tiempo el Estado facilitó la propagación de la delincuencia, fue cuando el trabajo  dejó de ser la herramienta con la cual debían salir adelante  las personas. Fue cuando la educación se devaluó en su importancia. Fue cuando se dejó de aplicar la ley y comenzó a reinar la impunidad para los que delinquen.

Proliferaron los subsidios  como un  remedio  para paliar la crisis que aún con buenas intenciones se convirtieron en muchos casos en  una adicción peligrosa tanto como las drogas que comenzaron a consumir cada vez más chicos y en edades más tempranas.

Para que no sigan multiplicándose estas situaciones es urgente buscar los mecanismos para contrarrestar la inseguridad que impide a la gente vivir en la normalidad  .Es necesario para ello brindar un horizonte de progreso a todos los ciudadanos para que sea el trabajo y no  la delincuencia  el camino que toman muchos jóvenes  frente a la frustración por la ausencia de  expectativas. Si no ponemos un límite y  permitimos que impere la ley de la selva la convivencia social se tornará cada día más difícil y angustiante.



María Cecilia Repetto