LEJANO TREN
Hubo un
tiempo, no tan lejano , en el
cual el tren era el
medio de transporte preferido de los argentinos.
Hombres y
mujeres de diferentes edades y condición social elegían este servicio
para trasladarse de un punto a otro del país.
El tren
ofrecía varia ventajas a sus usuarios : rapidez
, comodidad, seguridad y era
accesible para cualquier bolsillo.
A su
indiscutida utilidad para el traslado de
personas y mercaderías y su condición
de indispensable para el desarrollo productivo de las provincias , ante
todo , el tren daba vida a los pueblos .
La gente del
interior no solo viajaba en
tren , “disfrutaba
“ viajando en tren y mirando pasar el tren .
El
viaje a la Capital Federal, por ejemplo,
era un típico paseo
familiar que se gozaba desde el instante
mismo en que se arribaba a la estación ferroviaria
llena de encanto y misterio , con su estilo exótico que parecía sacado de otra época , como
quien trasplanta un árbol autóctono
y lo coloca en un terreno ajeno para que luzca único en ese lugar.
Al borde del
andén los pasajeros aguardaban atentos , ansiosos ,solemnes,
con la mirada larga hacia el final de las vías ,expectantes a los sonidos que anunciaban finalmente
la próxima llegada de la locomotora
Y como en
una secuencia de acontecimientos programados
, luego de la bocina ronca , la
campana del guarda que anunciaba que se venía lo mejor: subir al tren y disfrutar de un plácido viaje
.
Pero hubo un día en que esa preferencia se fue
apagando. La gente optó por otros medios de transporte y la estación
ferroviaria poco a poco perdió su brillo y trascendencia.
No sé exactamente cuando comenzó la decadencia de nuestro sistema ferroviario que al menos hasta la fecha no ha dado señales de
reversión.
Tal vez fue el día en que alguien tiró por
primera vez una piedra contra el vidrio o que le arrebataron la cartera a la señora desprevenida y entonces sentimos
que viajar ya no era tan seguro.
Tal vez fue
el día en que dejaron de ser precisos sus horarios o el día en que la falta de higiene de sus
vagones nos incomodó.
Aunque
convengamos , nunca fueron demasiado limpios los trenes.
Aceptemos que al menos en este aspecto
el problema no ha sido de los
gobiernos ,ni del sistema ferroviario ,
sino de la idiosincrasia argentina que, para bien o para mal , nunca será igual a la
de suiza ,por brindar un ejemplo .
Se reprocha a los gobiernos de las últimas décadas no haber valorado su importancia y descuidar su mantenimiento.
Los
ferrocarriles argentinos que a partir de
1955 entraron en una lenta y paulatina agonía
terminaron por ser desmantelados o privatizados durante la década del 90 .
Pensar que
en otros países la red ferroviaria es un
medio masivo de transporte, de suma utilidad por su rapidez , por su comodidad
y la eficiencia de su servicio .
En
Argentina , que supo tener una de las diez redes mas
extensas del mundo hoy se ha
transformado en miles de kilómetros de vías abandonadas y de infraestructura y parques ferroviarios saqueados
,en ramales devastados .
Hay hechos
que suceden inevitablemente pero otros
ocurren por la acción o inacción de alguien o de algunos.
En el caso
del tren , su deterioro no se produjo de un día para el otro.
Fueron
varios anuncios ,como el de su bocina disfónica ,que nos alertaban de su caída
en pendiente si no se tomaban medidas a
tiempo.
Se debe
reconocer que la mayor parte de tan negativo resultado debe ser imputado a la ineficiente
administración estatal , a la
corrupción y a las fallas de gestión que
convirtieron al sistema ferroviario en
una de las actividades más deficitarias de la economía nacional .
Las consecuencias han sido lamentables. Además de
que los argentinos nos hemos privado de un servicio de transporte excepcional , se
estima que alrededor de 800 pueblos languidecen
penosamente desde el día en que
el tren dejó de pasar .
Por otro
lado su efecto se ha sentido en las rutas que se encuentran abarrotadas por el transporte automotor de carga que bien podría descongestionarse con el buen
funcionamiento del sistema ferroviario.
Según Jorge Waddell “ El ferrocarril cumplió una gran contribución en el desarrollo de la Argentina En la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX el sistema ferroviario permitió la
incorporación al país a la
economía mundial ,pobló el territorio nacional
y desarrolló la producción ,generando inversión ,trabajo ,abaratando los costos del
transporte”
Son
muchos los sectores que mantienen el
reclamo de actualizar el tendido
ferroviario a través de obras estructurales para ponerlo en funcionamiento
otra vez.
Sin embargo
las intenciones no alcanzan si no van
acompañadas de acciones tendientes a concretar el objetivo fijado .
En tal
sentido , la recuperación del ferrocarril será viable en tanto las políticas
del gobierno revaloricen su importancia
,lo reincorporen a las actividades
productivas del país, como motor de desarrollo regional y como actor presente en la historia de los
pueblos .
María Cecilia Repetto