EN BICICLETA HASTA EL
CANAL (Año2001)
Salimos temprano
para aprovechar las mejores horas del sol primaveral.
Te
reías de mi bicicleta negra por antigua, y entonces te expliqué que había sido del abuelo Carlos ,que él la había
usado para trabajar ,que cuando falleció quedó en casa y papá iba en ella al
parque los sábados a la tarde a dormir la siesta y a leer el diario tranquilo
abajo de un árbol, y se llenaba de pasto el pullover que mamá después le hacía
dejar en el lavadero "directamente".
Que
el hilo que colgaba del manubrio lo
había dejado ahí papá pues con él ataba el diario La Nación, y yo no lo quería
sacar porque para mí representaba un recuerdo.
....Y
yo vivo atada a esos recuerdos ,te comenté.
Iniciamos
el paseo felices rumbo al Canal 9.
Tomamos
por la calle Buenos Aires y al aproximarnos a la panadería de Sanchez se sentía
en el aire un aroma a pan y facturas que nos hacía inspirar hondo para saborearlo.
Hicimos
unas cuadras en silencio, concentrándonos en el pedaleo ,escuchando los suaves soplidos del viento y por mi parte sin pensar en nada,
tan solo disfrutando del paseo
En
la esquina de la maderera doblamos y
seguimos por las callecitas de tierra.
Te
divertías dibujando curvas en el barro evitando los charcos que las últimas
lluvias habían dejado en las calles.
Dos
señoras, parecidas en su aspecto, conversaban animadas en la vereda.
La
más joven sostenía con su mano derecha el mango de la escoba y la otra
refregaba sus manos contra el delantal verde que le ajustaba
la cintura mientras hacía un
quejoso comentario( a juzgar por su cara).
Desde
adentro de sus casas se escapaba la música de una radio local que sonaba muy
fuerte, al mismo tiempo que unos perros nos ladraban, quizá advirtiendo la
pasada de gente extraña (que éramos nosotros.)
Cruzamos
la ruta 11 y tomamos la del canal.
Fuimos
bordeando el camino ,mientras te mostraba las quintas de Dolores, las casas
viejas cubiertas de hiedras ,los árboles
que reverdecen en esta época tomando diferentes tonalidades ,subimos la lomita
y con el envión de la bajada llegamos en minutos al Canal.(aquí te sugerí que cerraras los
ojos y estiraras las piernas para sentir
como que vuelas).
Nos
detuvimos un rato a descansar, y desde arriba del puente te mostré el paisaje ,tan mío ,tan sencillo,
tan de Dolores.
Desde
allí todo se mostraba calmo, la vida entraba en pausa y la naturaleza nos
exhibía un equilibrio sin misterios , regalándonos el sosiego que habíamos ido
a buscar.
Vimos
tantas cosas.
Vimos
como un rayo de sol al refractarse en el
pasto húmedo hacía rayas de colores que se extendían oblicuas hasta el
terraplén .
Vimos
el veloz recorrido de una rama seca ,
que era arrastrada por la corriente del agua sin interesarle el rumbo.
Vimos
sábanas ,toallas, y otras ropas que colgaban del tendal del cabaret ,y que
parecían mecerse al ritmo del viento y
del movimiento de los árboles.
Vimos teros que volaban en parejas canturreando su
dulce melodía , y vimos la película que
nos pasaba la memoria de todos los paseos que habíamos realizado juntos.
Repletos del aire puro retomamos nuestro
camino, ahora si, acelerando el ritmo para ir "pegando la vuelta".
María Cecilia Repetto
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