El
año pasado estuve unos días de visita en
Italia.
En
los días previos al viaje preparé un itinerario seleccionando los lugares que
me parecían más interesantes sabiendo de
antemano que frente a la enorme cantidad de museos ,iglesias, plazas y paseos
que cuenta este país resulta casi
imposible evitar que algunos sitos deban
ser “sacrificados”,es decir,postergados para
otra oportunidad.
En Roma, había decidido concretar mi deseo
de visitar la iglesia donde se guardan
los restos de Santa Cecilia, patrona de la música y por quien siento especial devoción en razón
de que llevo su nombre.
Esa
mañana y con el plano de la ciudad de guía, emprendí el camino rumbo a la iglesia que está ubicada en el
Barrio Trastevere.
A
pesar de haberme demorado en el camino debido a la gran cantidad de sitios de
interés que se interponían a cada paso
arrivé finalmente a la iglesia quince
minutos antes de la hora de su cierre!!!
No
puedo definir con palabras la rara emoción que sentí cuando apoyé mi mano sobre
la tumba de Cecilia ,una santa martirizada en el año 230 d.c. a quien tras un
intento infructuoso por escaldarla con agua hirviendo, fue decapitaba .
La
Iglesia que lleva su nombre se fundó en el Siglo IV en el sitio donde se cree
era su casa y frente al altar
se destaca una estatua de la
santa esculpida por Stéfano Maderno que
la reprodujo tal como la encontraron (con su cara contra
el suelo) cuando se abrió su tumba en 1.599.
Este
experiencia habría sido suficiente para considerarlo un día inolvidable pero
descubrí además que el Trastevere(llamado así por encontrarse ubicado detrás
del río Tíber) era un barrio donde las
Iglesias medievales se entremezclan en sus empedradas callejuelas con
una infinidad de sitios pintorescos como el lujoso restaurant que en
otro tiempos fue la casa della “Fornarina”,la joven panadera ,famosa por haber
sido la amante y modelo de Rafael.
Es sin dudas el Trastevere uno de los barrios con más personalidad de
Roma. El estilo de vida alegre, sencilla y bulliciosa de sus habitantes me
hicieron sentir en su recorrido tan cómoda, como si estuviera andando por los
barrios cercanos a mi casa….
No exagero
si afirmo que en muchos detalles me recordaba a nuestra ciudad de Dolores ,no
solo por el parecido físico de la gente sino también porque eran similares las
costumbres en los barrios,en los comercios y en esas charlas de vecinos en las
veredas tan típicas de nuestros cálidos atardeceres dolorenses .
Claro que esta similitud no es
casual ya que la poblacion de nuestra
ciudad se formó historicamente en un gran porcentaje por inmigrantes italianos
que dejaron sus marcas incorporadas en nuestra vida cotidiana, en los detalles
de nuestra cocina y en el lugar primordial
que le asignaron a la familia y al trabajo en sus vidas, tal como allí se
notaba.
Cabe recordar que durante el
censo realizado durante la presidencia de
Sarmiento nuestra ciudad contaba con una población total de 7000 habitantes
de los cuales 452 eran de origen
italiano, cifra que continuó aumentando en las sucesivas oleadas inmigratorias
que llegaron a nuestro país.
La fuerte presencia italiana en
Dolores y su profundo espíritu solidario dio lugar a que en el año 1.868 se
fundara la Sociedad Italia que posteriormente
por la incidencia de otra que se formó “Stella del Sur” dieron
cauce a la actual Sociedad Unione
Italiana entre cuyos primeros socios figuraban
don Tomasso Tissoni,Don Antonio Quadri,Lorenzo Desimoni,entre otros.
La primitiva corriente italiana
provino de la zona del norte de Italia ,especialmente de la costa de Liguria
cuyos pobladores llegaron aquí con la esperanza de salir de la pobreza que
habían provocado las guerras de la independencia a lo que se sumaba la campaña
de Alberdi en Europa orientada al
crecimiento poblacional de nuestro
país.
Pese al tiempo transcurrido desde que aquellos pobladores sembraron junto con sus esperanzas, su propia
cultura, aún con los matices que la
fusión con otras costumbres y el paso del tiempo produce, Dolores, conserva
hoy a la manera de una pequeña Italia,
el legado cultural de sus ancestros como la
expresión natural que nos hace recordar de donde provenimos.
Al caer la tarde ,después de
hallar razón a este parecido ,emprendí
mi regreso por aquellas calles empedradas, con la convicción de haber vivido un
día inolvidable.
María
Cecilia Repetto.
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