BELLOS PARA SIEMPRE
Desde hace unas décadas atrás se ha impuesto la idea de que el paso natural de los años es más que natural espantoso, decadente.
Los contenidos de los medios de comunicación
se han encargado de imponer la idea de
que la belleza humana está circunscripta al reducido horizonte de
su aspecto exterior
Formamos parte de una
generación a quienes se nos ha
puesto en la cabeza o se nos pretende
imponer que belleza y juventud son términos sinónimos y vamos atrás de ese
concepto errónea apelando a cualquier
método , incluso hasta el ridículo para sentir que estamos a la moda, es decir
sentirnos jóvenes ,aunque esto resulte incomodo, inútil o doloroso.
Son los jóvenes sobre todo son los que más
temen cruzar la barrera de la madurez y tratan de postergar su
adolescencia hasta edades en las cuales nuestros padres ya eran jefes de familia.
Han cambiado las épocas, los
jóvenes de antes se vestirán como adultos porque querían parecerse a sus padres
.Hoy en día es al revés, son los padres
los que quieren parecerse a sus hijos y se visten como ellos.
En esta guerra contra el
tiempo los años en vez de recibirlos
como un aporte de experiencia, de mayor sabiduría, de espiritualidad y belleza interior caen como meteoritos.
Que hay belleza en una cara
fresca y en un cuerpo armonioso no caben dudas .Es hoy y ha sido así
antes. En todas las épocas de la historia los artistas se ha ocupado de
reproducirlos en pinturas y esculturas.
Pero de allí a la creencia
de que solo en los atributos físicos de una persona reside la belleza del individuo
hay un abismo.
No quiero decir que sea malo pretender estar
bien físicamente lo que intento destacar es que hoy en día se le resta importancia al embellecimiento espiritual comparado con la energía, al tiempo y al
dinero que se invierte en mejorar la apariencia exterior.
El culto excesivo al físico,
tal como lo fomentan algunos programas de televisión o revistas desfigura la perspectiva justa de lo que en
realidad importa y hace bello a un ser humano .Nos olvidamos de
aquella frase tan sencilla y profunda del
Principito cuando dice “Lo esencial es invisible a los ojos”.
Me parece que deberíamos revertir esta tendencia
preocuparnos por hacer más sólidas las
bases sobre las que se apoya la vida de
un hombre de manera que la cabeza no sea
un simple adorno del cuerpo, un alhajero
vacío.
Son realmente lamentables
las figuras mediocres que proponen como referentes los medios de comunicación.
Por lo general están
representados en modelos o conductores de bajo nivel intelectual de quienes no se puede esperar más que bajezas,
manifestaciones de irrealidad o expresiones de mal gusto y que estimulan la
vulgaridad y la ausencia de valores.
Es importante
transmitirles a los jóvenes que son los más
permeables a recibir mensajes s en
donde se pretende hacerles creer que la fórmula
del éxito es se alcanza juventud+ delgadez extrema +alguna cirugía plástica +
cierta dosis de vulgaridad que el camino del
perfeccionamiento se llega a través
de las virtudes y de la sabiduría que
aportan los conocimientos y la experiencia...
Alguien me dijo hace poco
que hay personas que con los años se ponen más bellas.
Coincido plenamente y agrego
que son las personas que han cultivado su interior con valores y que su sabiduría
de vida les ha otorgado una mirada diferente.
María Cecilia Repetto
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