DOLORES VIEJO
Un comentario frecuente entre los dolorenses
suele estar referido al crecimiento que ha tenido la
ciudad en las últimas décadas.
La apreciación tiene que ver esencialmente con la
forma en que se ha extendido su planta urbana, con la mayor cantidad de
viviendas como consecuencia del aumento poblacional y con el desarrollo
de algunos barrios que en la actualidad cuentan con iluminación, pavimento,
servicios cloacales y agua corriente lo cual ha contribuido a mejorar la
calidad de vida de sus vecinos.
Hoy en día puede decirse que, a pesar de ser
numerosas las asignaturas pendientes, en estos casi dos siglos de vida nuestra
ciudad ha transitado por un camino de progreso.
Al mismo tiempo y como consecuencia de este
crecimiento también se ha producido un cambio en la fisonomía de la ciudad y ,
en parte ,en los estilos de vida de la gente pues
aquel Dolores de antaño ,señorial , parsimonioso , aquella
imagen que muchos recordamos de un pueblo sereno y
tradicional se ha ido desdibujando para adoptar otro perfil
de ciudad más dinámica ,más moderna pero al mismo
tiempo más impersonal.
Si lo de ahora es mejor o peor no es
mi intención analizarlo aquí ,solo digo que todo crecimiento
provoca cambios y en el caso de nuestra ciudad , uno de ellos ,tal
vez ,haya sido la pérdida de la serenidad y confianza que
reinaba entre los vecinos cuando ésta era una ciudad más joven y
pequeña.
Muchas veces escucho decir que “hay un
Dolores de hoy y un Dolores de antes” .
En mi opinión, a pesar de los cambios que se
registran , su esencia permanece y se advierte en los estilos
sencillos de vida y las pautas de conducta y de trabajo que
muchos dolorenses han conservado como herencia y ejemplo de sus
antepasados .
En sintonía con ello , durante todo el año pasado,
el Intendente Municipal Dr. Camilo Etchevarren, a través de una
iniciativa de los historiadores Angel Fortíni y Juan Carlos Pirali, realizó
distinciones a comerciantes, artesanos y profesionales de
Dolores en mérito a su larga trayectoria en esta comunidad .
Como corolario de aquellos homenajes ,el pasado
miércoles 18 de abril , la Municipalidad reunió en un acto a todos los
homenajeados y les hizo entrega de un libro que testimonia cada una de
las distinciones y al mismo tiempo describe las historias de
vida y de trabajo de muchas familias dolorenses
Concurrí al acto por haber sido el estudio jurídico de mi familia uno de los homenajeados y debo decir que además de la emoción que en lo personal me produjo este reconocimiento al hacer una mirada entre los asistentes me vino al recuerdo aquel Dolores de antes, el de mi infancia, aquel pueblo con pocas cosas pero con muchos valores .
Allí estábamos iluminados por las arañas de
cristal que enseñorean el Salón Blanco Municipal los representantes
de una época en que Dolores era una pequeña ciudad en donde todos se conocían ,
una ciudad poblada por inmigrantes y sus descendientes que
aprendieron de ellos la cultura del trabajo y del esfuerzo; la nostalgia fue
inevitable.
Me pareció de fina sensibilidad el gesto de
homenajear a quienes han dejado como testimonio de vida su perseverancia en el
trabajo , sobre todo en estas épocas donde la fugacidad, la ausencia del
esfuerzo, la ganancia fácil es la imagen que predomina o se pone de ejemplo
cuando se quiere simbolizar el éxito.
En medio de los aplausos me acordé de esa canción
de Mercedes Sosa que comenzaba diciendo:
Cambia lo superficial
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo...
Cambia también lo profundo
Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo...
Y yo agregaría para finalizar :
...También ha cambiado nuestra ciudad a lo largo
de los tiempos aunque permanecen
en sus calles los recuerdos de aquel Dolores Viejo.
María Cecilia Repetto
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