UNA SOCIEDAD ACCESIBLE A TODOS
No es la regla general, pero sucede generalmente.
El hombre cobra dimensión del dolor o del problema ajeno cuando le toca
sufrirlo en carne propia.
Claro, produce vergüenza admitirlo pero la condición
humana contiene también de estas flaquezas.
Sin embargo el egoísmo y la indiferencia son defectos que se corrigen con
educación,con el estímulo ,desde edad temprana, de aquellos sentimientos vinculados con el amor al prójimo ,con la
solidaridad fundada en la necesidad de
ayuda y compresión mutua entre los hombres.
La madurez de una sociedad se mide por la forma en
que conviven sus integrantes.Lo que se espera de ella es que
sea accesible a todos y que posibilite una óptima calidad de vida a los
habitantes.
Se habla a menudo de los avances de la humanidad en el campo de las
ciencias ,de la tecnología , de las
comunicaciones pero pocas veces se ocupa la atención en investigar
cuales han sido los avances del hombre en la tarea por construir un mundo donde prospere el
bienestar y la paz de las personas.
¿Y no es acaso el desafío más
importante del hombre el diseñar un mundo
pensado para todos en un mismo nivel de dignidad y libertad,un mundo que
no excluya y que esté preparado para albergar a todos los hombres sin
distinguirlos por sus capacidades?
Podría decirse que si la capacidad o incapacidad de las
personas está diferenciadas por la posibilidad o
imposibilidad de hacer,decir,pensar,sentir o percibir algo ,salvo
excepciones,todos tenemos una cuota de capacidad y otra de discapacidad .
Pese a que el mundo ha avanzado en estas consideraciones ,la sociedad tiene
mucho por hacer para eliminar esa barrera virtual que parece separar a los
hombres en dos bandos ,los capacitados y
los discapacitados.
Es verdad que ha quedado superada la época en que ,como en Grecia,los niños
débiles de nacimiento eran arrojados desde el monte Taigeto con la finalidad de
construir una sociedad de hombres fuertes , pero pese a los avances, en la
actualidad aún se han podido eliminar
las barreras que , por acción o inacción, se aplican a quienes tienen
una capacidad diferente física o
mental y ambientar un mundo que esté preparado para la convivencia de todos .
Una sociedad solidaria y educada ,como la que
se debe intentar lograr,debe estar
pensada como un lugar donde tengan cabida todas las personas sin excluir a
aquellos que presentan o capacidades diferentes.
La solidaridad que se debe inculcar y fomentar
en cada ser humano se fundamenta no solo
en razones de amor al prójimo sino también en cuestiones de convivencia
practica.
La persona que posee una discapacidad no desea
recibir una dádiva de la sociedad sino sentirse útil ,que no lo aislen y que lo
integren para que pueda optimizar su desarrollo y su aporte a la comunidad.
Pese a que se ha
evolucionado mucho en estos años en las
políticas de Estado en materia de
discapacidad se debe aún avanzar más en diversas aspectos vinculados con la
arquitectura ciudadana, con la
adecuación del transporte, la recreación ,con el fomento de oportunidades
laborales y la educación integradora.
Como dato alentador cabe
mencionar el reciente compromiso formulado por los políticos de incluir en sus
programas la promoción de personas con discapacidad que apunta a construir una
sociedad accesible a todos que permita la participación plena de los hombres en
todas las dimensiones de la vida .
Con gran sabiduría ,en su
visita reciente a nuestro país ,Jean Vanier,fundador de El Arca que agrupa en
comunidades familiares a discapacitados mentales abandonados,expresó que “aquella persona que
no puede hablar ni moverse es la que más nos puede enseñar a comportarnos como
seres humanos”
En resumen,todo lo que se
haga por eliminar las barreras que
dificultan la inclusión de las personas que discapacidad se traducirá en aportes para la formación de un mundo
justo e integrado .
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