En el año 1949, durante la Presidencia de Juan
Domingo Perón, se declaró al 4 de septiembre como el Día del Inmigrante en
recuerdo a la fecha en que el Primer Triunvirato ,en el año 1812 , firmó una
resolución en la cual el gobierno
ofrecía protección a los individuos de todas las naciones y a sus familias que
deseen fijar su domicilio en el territorio.
Este precepto es considerado el primer antecedente de
una orientación política
a favor de la inmigración que mantendrían los gobiernos subsiguientes y
que años más tarde , en 1853, adquiriría
rango constitucional claramente expresado en el preámbulo
en el cual se aseguran beneficios a todos los hombres del mundo que
quieran habitar el suelo argentino y en el artículo 25 al establecer que " El Gobierno Federal fomentará la
inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto
alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por
objeto labrar la tierra, mejorar las industrias e introducir y enseñar las
ciencias y las artes".
Siguiendo esta línea los primeros presidentes constitucionales , Mitre , Sarmiento y Avellaneda mantuvieron políticas a favor de
la inmigración a la cual consideraron un eficaz herramienta de progreso.
Fue durante la
presidencia de Avellaneda que se construyó en Buenos Aires el Asilo de Inmigrantes
(1.874) sobre la calle Corrientes ,algo
similar a lo que en 1824 había proyectado Bernardino Rivadavia quien, además de
crear una Comisión de Inmigración , había destinado el antiguo convento de la Recoleta para albergar por quince días a los recién
llegados.
El año 1.880 marca el inicio de la etapa de la “Gran
inmigración “.
Una serie de factores, entre ellos, las dificultades económicas en Europa ,los
beneficios que ofrecía nuestro país , contribuyeron a que se produjera el
aluvión inmigratorio .
Gracias al
principio del “ ius soli ” los hijos de cualquier extranjero fueron desde su
nacimiento ciudadanos con todas los derechos y la educación gratuita,
obligatoria, laica establecida por la ley 1420 contribuyó a la integración con
los demás habitantes.
Producto de esas políticas, entre 1857 y 1914, la Argentina recibió la
espectacular cifra de 4.600.000 inmigrantes, consiguiendo su máximo
inmigratorio en 1913 (con el ingreso de 300.000 extranjeros).
Tal movimiento estuvo compuesto en su mayoría por jóvenes
en edades productivas, de sexo masculino, quienes se asentaron especialmente en
la zona litoral-pampeana. Procedían de diversos destinos, destacándose el
contingente de italianos y españoles (éstos últimos sobre todo en las dos
primeras décadas del siglo XX), pero también provenían de Francia, Alemania,
Bélgica, Dinamarca, Europa del Este y Asia Central.
Hubo varios países de perfil inmigratorio pero en ninguna
otra parte del mundo el aluvión produjo un impacto tan intenso como en el nuestro .
Nuestra ciudad de Dolores ,fundada en 1817, se pobló
creció y se desarrolló gracias al aporte de los inmigrantes.
Los dolorenses somos una pequeña muestra de cómo se han amalgamado sin inconvenientes
hombres y mujeres provenientes de diferentes naciones , manteniendo buenas
relaciones de vecindad ,aportando cada uno las características propias de su
país de origen .
Según el censo que se realizó durante la presidencia de
Sarmiento nuestra ciudad contaba con 7000 habitantes de los cuales 452 eran italianos ,425 eran franceses, 232
españoles y 23 ingleses libaneses .
La gran concentración de extranjeros en la conformación poblacional
dio lugar al nacimiento de Sociedades de Socorros Mutuos como la
cosmopolita , la Unione Italiana , la Sociedad Española ,
Sociedad Italia, sociedad Libanesa cumpliendo
fines sociales ,asistenciales
y culturales .
En reconocimiento a su presencia y al aporte
cultural dentro de la comunidad desde
algunos años se celebra en el mes de
septiembre la Semana
de las Colectividades en la cual se realizan desfiles ,actos culturales y
ferias de comidas típicas.
Es una fiesta en homenaje a los inmigrantes , nuestros
antepasados y una invitación a la conservación de nuestras tradiciones o, lo
que es lo mismo, a la exaltación de nuestra identidad .
Es un festejo importante que tiene el brillo y colorido
que sugiere la diversidad .
Se habla con frecuencia en estos días de la crisis de
valores que sufre la sociedad actual y
de la necesidad urgente de recuperar los valores éticos de nuestros antepasados que guiaron al país
por un camino de progreso.
No se errada la reflexión ni la recomendación; los
inmigrantes , representan para nosotros la cultura del trabajo y del
esfuerzo y un cúmulo de virtudes expresadas hasta en los mínimos actos de su vida cotidiana , tan diferente a
los cuadros de abandono moral que hoy se
exhiben como moneda corriente en las
relaciones humanas.
Cada uno atesora en su memoria la historia familiar de
sus antepasados inmigrantes.
Con diferentes matices
, todas ellas son conmovedoras y
asombrosas.
Es difícil es imaginarse el dolor de los padres que
despedían a sus hijos para siempre, es difícil imaginarse que jóvenes se
lanzaran a un país lejano desprovistos de todo ,a lo que el destino decidiera …..
En homenaje a ellos y en el marco de esta Semana de las Colectividades
que llenan de colorido y alegría a nuestra ciudad resulta oportuno
reflexionar en la necesidad de recuperar esos valores que
nos han hecho sentir por siempre orgullosos de nuestros abuelos ,de su
modestia ,de su honestidad , de su esfuerzo para que sus hijos estudiaran y
progresaran por la vía del trabajo como un ejemplo a imitar en nuestras conductas de vida
.
María Cecilia Repetto
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