LOS CORSARIOS DE BUENOS AIRES
EN LAS GUERRAS DE LA
INDEPENDENCIA
El 9 de julio de 1817, un año después de haberse declarado la
independencia, zarpaba del Río de la
Plata ,precisamente del puerto de Ensenada de Barragán , un barco con cuatrocientos
cincuenta hombres al mando del
capitán Hipólito Bouchard con el
objetivo de realizar una audaz y lejana travesía
que duraría más de dos años.
El navío había sido hasta un año
antes la fragata española “Consecuencia”
pero después de ser capturada en el
pacífico se la había “rebautizado” con
el nombre de “La Argentina” y a partir
de entonces habría de cumplir una misión
importante para beneficio de nuestra incipiente nación .
El capitán Bouchard era
francés de nacimiento pero a juzgar por sus sentimientos parecía ser hijo de estas tierras.
Proveniente de Saint Troppez, se
radicó en Buenos Aires en épocas de plenos preparativos de la Revolución de
Mayo que aspiraba poner fin al colonialismo e independizarse de
España.
Bouchard pese a ser muy joven y
extranjero sintió simpatía por los jóvenes revolucionarios como Mariano
Moreno y puso sus conocimientos navales al servicio de
nuestra patria.
En 1811 fue nombrado capitán del
bergantín 25 de Mayo, y participó aunque
sin éxito en el combate de San Nicolás bajo el mando de Juan Bautista Azopardo.
También luchó en el combate de
San Lorenzo (3 de febrero de 1813) como teniente de granaderos a caballo.
En el primer aniversario de la
Declaración de la Independencia Bouchard
se embarcó en la “Argentina “con el firme
propósito de llevar la guerra de la
independencia al otro lado del océano.
Junto a él viajaban el marino
José María Piris y Tomas Espora en cuya memoria hoy lleva su nombre una calle
de nuestra ciudad.
Con una audacia de novela y un
profundo espíritu aventurero Bouchard navegó durante dos años por diferentes
mares.
El primer objetivo que se había planteado era perturbar en las costas españolas e impedir el tráfico
de España y sus posesiones en las
filipinas.
Pero su empresa no se agotó allí
, con patente de corsario navegando por aguas del Atlántico Sur, llegó a
Madagascar y frustró el embarco de esclavos que estaban a punto de concretar
tres buques ingleses y uno francés.
Luego sin detenerse la Argentina
siguió navegando rumbo a las Filipinas para perjudicar el tráfico comercial de
los buques españoles en esos territorios .
Al arribar a las islas Hawai,
Bouchard se entrevistó con el rey Kamehameha que gobernaba desde hacía treinta años y con él firmó un tratado haciéndole reconocer la
Independencia Argentina, proclamada por el Congreso de Tucumán.
Sin dudas tuvo arte para ganarse
su aprecio o su confianza pues el rey le proveyó a Bouchard de 100 marinos y le
devolvió la goleta “El Santa Rosa de Chacabuco”
cuya tripulación se había sublevado en el litoral de Chile.
La flota compuesta ahora por
franceses argentinos y hawaianos que vistieron el uniforme nacional al llegar a
las costas del pacífico atacó en California el fuerte Monterrey, el 22 de julio de 1818. Tras duros
combates, logró tomar el fuerte y hace flamear la bandera de Belgrano por seis
días en California.
El 25 de enero de 1819, bloqueó
el puerto de San Blas y atacó Acapulco de México. En Guatemala destruyó
Sonsonate y capturó bergantines españoles.
En Nicaragua, tomó Realejo, el
principal puerto español en los mares de Sur, y se apoderó de cuatro buques
españoles.
Pero el broche de oro lo obtuvo
casi al final de su periplo cuando al llegar
a las costas de Perú le
correspondió transportar a Lima nada más ni nada menos que el
Regimiento de Granaderos a Caballo .
Afirman los historiadores que Bouchard era una persona
muy dura con sus tropas, casi brutal, pero que respetó ciertas reglas: no tocó
las misiones, ni las iglesias, y cumplió con su objetivo de hostigar a los
españoles en cualquier parte del mundo.
Por otro lado ,el general Mitre
al referirse a este legendario marino
afirmó que “Los célebres almirantes
Drake, Cavendish y Anson que
haciendo el oficio de corsarios cruzaron
los mismo mares y hostilizaron las
mismas cosas ,no realizaron en ellas
hazañas mucho más grandes ni
consiguieron para su patria mayores
ventajas que las que realizó y
produjo el crucero La Argentina.”
La historia argentina no ha
destacado en la dimensión debida a muchos de los hombres que han prestado sus
servicios a la patria, como Hipólito Bouchard , un marino nacido en Francia
compenetrado con la independencia argentina.
María Cecilia Repetto
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