EL DESEMPLEO EN LA ERA TECNOLOGICA
La aparición de las máquinas en las fábricas en el período de la Revolución Industrial (Siglo
XIX) al sustituir el trabajo de miles de obreros originó una enorme desocupación y dejó en
la miseria a muchos sectores de la clase
trabajadora.
En aquel momento numerosos
movimientos se levantaron contra ese
voraz enemigo dando lugar a
revueltas y luchas sociales aunque se trató de una cruzada perdida porque el mundo no volvería atrás nunca más.
Con el tiempo la humanidad se fue
adaptando a las transformaciones que
produjo el maquinismo, con resultados conocidos
pues el aumento de la productividad incentivó el comercio y el
desarrollo económico de los países de
todo el mundo .
Un fenómeno de similares
características se está generando hoy con
el auge de la tecnología donde se estima que un futuro muy cercano las dos
terceras partes de los empleos de los
países en desarrollo podría automatizarse.
Este proceso que representa una
amenaza sobre las fuentes laborales demorará más en percibirse en países
con altos índices de pobreza porque el
bajo salario constituye un incentivo
para que esa tarea la realicen los humanos.
Pero no sucede lo mismo en los países más ricos donde la
inteligencia artificial tiende a reemplazar cada vez más a las fuentes laborales
al ser más eficiente y conveniente para
cualquier empresario.
De todos los empleos la mayor
amenaza recae sobre los denominados
trabajos rutinarios , desde la preparación
de hamburguesas, tareas domésticas, call center, que probablemente serán los
primeros en ser suplidos por una máquina o robot.
Nuestro país no es ajeno a este fenómeno y por
ende la apertura tecnológica puede profundizar la caída del empleo y la desigualdad.
Frente a este escenario es fundamental repensar las políticas de generación de fuentes
de trabajo y en este camino nos
encontrará mejor preparados si se logra elevar la calidad de la educación y
preparar a las nuevas generaciones
para la interacción con la
inteligencia artificial.
Hay quienes afirman que como pasó
en otras épocas la tecnología al
aumentar la productividad abaratará la oferta
, estimulará la demanda y generará
más empleos que los que desplazaría.
Pero lo cierto es que el mundo
debe tomar medidas anticipadas para que
el costo social por las innovaciones tecnológicas sea lo menor posible más aún en países como el nuestro donde las dificultades económicas han
provocado en sí mismas una caída en el
empleo y reducido la inserción laboral
de los jóvenes.
No debemos quedarnos atrás porque
la tecnología avanza muy rápido .
No obstante la solución no
es retrasar el reloj de la modernidad sino adaptarse a
ella con una educación de calidad y una nueva visión de la
economía que nos prepare de una manera
beneficiosa y previsible a los cambios del mundo que se viene.
María Cecilia Repetto
No hay comentarios.:
Publicar un comentario