LA MUJER Y EL MITO DE LA
FRAGILIDAD
La reciente
visita de Michelle Obama a la Argentina ha sido muy oportuna. Desde que se instituyó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer
cada año en estas fechas se conmemora la lucha que ha llevado a
cabo la mujer a lo largo del tiempo por el reconocimiento de sus derechos
dentro de la sociedad.
Precisamente la primera dama estadounidense hizo propicia su estadía en Buenos Aires para agregar una grano de arena más y dejar en su charla frente a 450 jóvenes de escuelas públicas y privadas un
mensaje acerca de la importancia de la educación femenina en la búsqueda de su desarrollo personal .
Para ello puso su ejemplo de
mujer luchadora que fue abriéndose
camino , removiendo los obstáculos que
frenaban el logro de sus objetivos hasta lograr a través del estudio hacer una “diferencia” es decir, darse la oportunidad de progresar
y superarse.
En efecto, el acceso a la educación a la mujer fue el resultado de un
proceso lento y paulatino ya que en siglos pasados la formación educativa era
restrictiva para los hombres. Este adelanto
que se dio principalmente a partir del
siglo XX le permitió alcanzar proyectos
personales , tener mejores oportunidades
en el campo laboral y participar en la actividad política.
También representó un avance para la sociedad por aquello que siempre se ha dicho de que al
educar a una mujer se está educando a toda una familia.
Cabe destacar que la llamada
“lucha de la mujer” por la equiparación de sus derechos dentro de la sociedad se compone de diversas acciones individuales
que espontáneamente , muchas veces en soledad ,fue dando la
mujer a través del tiempo como una expresión de su libertad ,que no necesitó de promotores ni organizadores ,que si dio sin planificación alguna y sin estar vinculadas unas con otras.
Estos avances que le dieron otra imagen a la mujer, no aquella que la
circunscribía a su rol de ama de casa, ponen en tela de juicio la equiparación de la mujer con el “sexo
débil”.
Numerosos antecedentes desvirtúan el mito de su fragilidad : Recordemos,
a modo de ejemplo y merecido homenaje, a las primeras mujeres que llegaron con las
expediciones colonizadores, que venían en los barcos desde Europa para lanzarse a la aventura de radicarse en
tierras vírgenes desprovistas de las comodidades que podía ofrecerles su tierra
de origen.
Aunque hay pocos registros de su
presencia se sabe que el porcentaje de mujeres que se lanzaron a la conquista
del nuevo mundo fue altísimo y lo más significativo es que no solo actuaron como compañeras de los conquistadores sino que también fueron
ellas mismas conquistadores.
Se estima que hacia 1579 había casi 8000 mujeres españolas emigradas al nuevo mundo frente a unos 45000 varones.
Un caso emblemático fue el de Isabel de Guevara quien
formó parte de la expedición de
Pedro de Mendoza que en el año 1536
fundó Buenos Aires y participó en la expedición que remonto el Paraná y termino fundando la ciudad de Asunción.
Precisamente en una carta que Isabel
le envía a Juana de Castilla en 1556 cuyo texto figura en las Cartas de Indias le cuenta del sacrificio de las mujeres que formaban parte de la
expedición y relata la fundación de Asunción
,narra los infortunios y el hambre que soportaron y ante la debilidad de
los hombres por la falta de comida
fueron las mujeres las que debieron ocupar los puestos de centinela ,las que dispararon los cañones ,adiestraron
y preparando las tropas, además de cuidar sus ropas, hacerles de comer, limpiar
y despiojar.
Casos como estos abundan en la historia dejando a entrever que las mujeres en muchas ocasiones han sido el sexo fuerte y la que frente a la
adversidad ha demostrado fortaleza e incitado a continuar poniendo una luz de
esperanza .
Pese a todos los avances que se han conseguido en miras a construir un mundo con igualdad de
oportunidades para todas las personas sin distinción de sexo ,la discriminación de la mujer sigue existiendo.
No hay un solo país en el mundo donde
las mujeres hayan conseguido la plena igualdad y el pleno goce de sus derechos .
Frente a esta realidad el compromiso por la erradicación de la
violencia de género, el femicidio, la trata de mujeres, la discriminación laboral, entre otras cuestiones, debe ser
asumida por todo el conjunto de la sociedad, en especial por quienes
tienen a su cargo el deber de garantizar
la libertad e igualdad de derechos para
todos los ciudadanos tal como lo ha planteado recientemente la primera dama
estadounidense.
María Cecilia Repetto
No hay comentarios.:
Publicar un comentario