PERROS SIN DUEÑO
Allí
están vagabundeando por las veredas ,en
invierno y en verano ,durmiendo bajo los árboles o en las puertas de entrada de las oficinas cuando éstas ya han
finalizado el horario de atención al
público
Suelen andar en grupo por las calles o reunirse en las
esquinas de las plazas y de allí salir de gira en
esa diaria búsqueda
por su subsistencia.
Los miramos de soslayo cuando
vamos hacia nuestros trabajos o cuando
llevamos los chicos a la escuela ,o cuando
salimos de caminata hacia el parque Libres del Sur en donde
no es raro que en el trayecto alguno “ se nos pegue “ y nos
siga a paso precavido , sin acercarse demasiado
,como preparado para disparar ante el inminente grito de ¡ Fuera !que pondrá fin a su ilusión
de haber encontrado dueño.
Se los conoce con el nombre genérico de “ Perros de la calle
“ pero puede llamarle si quiere perros
del desamparo o perros sin nombre
o perros sin dueño .
Son-aunque usted ya me entiende- esos animales sueltos de la mano del hombre que padeciendo hambre y enfermedades buscan comida y refugio entre nosotros.
Son esos que están
a pesar de nuestra indiferencia y
como total no hablan-y tampoco votan- quedan
relegados de atenciones pasando a
ser muchas veces una molestia para la sociedad.
Me preguntan que veo de admirable o envidiable (como quiera
llamarle ) en estos perros y
respondo sin pensar demasiado : su libertad ,su desapego ,su dignidad, su
enorme capacidad de dar amor a quien lo
quiera recibir ,entre otras cosas .
Tal vez dios quiso equilibrar tanta generosidad al ungirlos con los mejores dones despojándolos de aquello que tiene
que ver con el confort de la vida , vaya uno a saber ….
Pero es notorio ,con
lo poco que tienen les sobra para poner
a prueba nuestra sensibilidad . Cuántas veces
estos perros sacan a relucir
nuestros peores o mejores sentimientos,cuántas veces nos dan muestras de tener más humanidad que los humanos y vaya ,paradoja ,que el humano en algunas ocasiones parece
tener menos humanidad que ellos .
Lo ocurrido hace pocos días con el incendio provocado en el Hospital veterinario de la Sociedad
Protectora de Animales de nuestra
ciudad de Dolores corrobora lo que
afirmo .
En primer lugar de que los hombres suelen tener conductas peores que las bestias
pues de que otro se puede
calificar a los autores
un hecho tan repudiable como la
destrucción con bombas de un
establecimiento destinado a atender la
salud de animales abandonados y enfermos .
Pero al mismo tiempo y como contracara de ello están las
buenas acciones que llevan a cabo las Entidades Protectoras de Animales que
con pocos recursos y la mayoría de las
veces sin la debida colaboración de la comunidad realizan una tarea loable brindando alimento y refugio a perros librados a la buena de dios y tratando de
encontrarle una familia que los adopte.
Deseo decir
simplemente que frente a las personas
que se ocupan de estas tareas uno debe ponerse de pie.
Haciendo un poco de historia cabe recordar que fue Domingo
Faustino Sarmiento el fundador de la Sociedad Protectora de Animales junto con su
sobrino Ignacio Lucas Albarracin quien se desempeñó como secretario y,
al suceder a Sarmiento, como presidente.
En el año 1.891 Albarracín promocionó la sanción de la ley 2.786, que establecía la obligatoriedad de brindar protección a los
animales, de manera de impedir su maltrato y su caza.
Actualmente en la Provincia de Buenos Aires rige la ley
13879 -Ley No eutanásica que prohíbe en las dependencias oficiales de todo el
ámbito de la Provincia de Buenos Aires, la práctica del sacrificio de perros y
gatos, como así también, todos los actos que impliquen malos tratos o
crueldad y la ley 14346 que condena el maltrato de animales
Nelson Mandela decía
que :” Nadie nace odiando a otra persona
por el color de su piel o su origen, o su religión. La gente aprende a odiar, y
si pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar”.
Lo mismo debe aplicarse con relación a los animales . Por ello es
importante fomentar la educación
humanitaria desde la niñez para aprender
a convivir de manera responsable con el
medio ambiente y con todos los seres vivos con quien se lo comparte .
Pero por sobre todas las cosas debemos repudiar los actos de
violencia que alteran la paz y rebajan nuestra condición de seres
humanos .
Es lamentable lo que ha ocurrido con el Hospital Veterinario
pero estoy segura que pronto con la colaboración de todos nosotros volverá a funcionar en las mismas o mejores
condiciones.
María Cecilia Repetto
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