HISTORIAS DE FUEGO
Cuando se
producen incendios en el sur de
nuestro país y en Chile con motivo del
reclamo que realizan los pueblos aborígenes por la recuperación de sus tierras
ancestrales no puedo dejar de asociarlo
con el
incendio que sufrió nuestro pueblo hace doscientos años.
Es sabido que Dolores fue atacada e incendiada en el año 1.821 por un malón indígena
proveniente de las cercanías de Tandil.
Este malón estaba comandado por un ex capataz de la Estancia Miraflores de
nombre José Luis Molina quien al escapar
al desierto perseguido por el gobierno
de Martín Rodriguez se había ganado la
confianza de los indígenas por su destreza y probablemente por su sangre fría.
El 4 de abril de 1.821 a las órdenes de este hombre blanco irrumpe el
malón en el pueblo de Dolores y después
de arrasar con las pertenencias de los vecinos ,su ganado y cometer todo tipo de tropelías , se
retiraron del lugar llevando cautivas a varias familias, entre ellos algunos parientes del
fundador Don Ramón Lara dejando
solo las cenizas de un pueblo
devastado por el fuego .
Al cabo de unos años y sin
solicitar autorización oficial ,D. Ramón Lara
junto a un grupo de familias comenzaron
a levantar nuevamente sus viviendas y a trabajar por su cuenta y riesgo en lo que sería la reconstrucción
definitiva de nuestro pueblo .
Una vez que las tareas ya estaban en marcha nuestro fundador (por
segunda vez) se dirigió al Ministro
Julián Segundo de Aguerro para solicitar
la autorización formal como lo documenta una carta fechada en
diciembre de 1825.
Tal como se ha recordado en estos días con motivo de conmemorarse el Bicentenario
de la fundación de nuestra ciudad, Dolores se funda en épocas en las que las
políticas de gobierno estaban centradas
en tratar de correr la línea de
frontera hacia el sud para impedir el
avance del indio pampa que asolaba en la zona y atemorizaba a los
pobladores.
Existía una gran preocupación en aquel entonces en solucionar el problema del temido salvaje pues
representaba una amenaza y a la
vez un estorbo a los planes civilizadores que aspiraban los gobiernos
Había que ocupar las tierras, poblarlas, educar a las nuevas
generaciones y en ese marco se pensó en la inmigración europea como herramienta eficaz
para agilizar estos objetivos que
defendieron e impulsaron sin discrepancias
los primeros presidentes constitucionales.
Los incendios y actos de violencia que protagonizan desde hace un
tiempo grupos indígenas en el sur de nuestro país parecen réplicas de aquellos incendios de ayer, como el que
sufrió nuestro pueblo, la asociación es inevitable.
Los mapuches (gente de la tierra en su lengua nativa) habitaron desde hace cientos de años en Chile y
Argentina .Dieron pelea a los conquistadores españoles hasta que en el siglo
XIX entre 1861 y 1883 fueron sometidos
por el ejército chileno en la llamada pacificación de la Araucanía.
Después de 1997 algunos grupos indígenas como el grupo RAM (Resistencia Ancestral Mapuche ) deciden cambiar las tomas
de fundos y la burocracia judicial por la
acción incendiaria con el objetivo de
recuperar las tierras ancestrales que incluye en una parte al territorio argentino y obtener
autonomía .
En este marco de violencia que no parece tener límites fueron quemados
vivos en su casa hace cuatro años el empresario Luchsinger y su esposa .El
juicio por aquel crimen comenzó hace
algunas semanas con 11 imputados que pertenecen a la etnia mapuche.
Según los coordinadores del
primer partido político mapuche mientras el Estado no reconozca la naturaleza
política de esta situación y se disponga
a dialogar sobre un nuevo estatuto
político la situación continuará.
Es verdad es que hasta el presente todos los reclamos de los pueblos originarios de norte a sur
poca atención de los gobiernos han recibido.
El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) ha informado
recientemente que el reclamo de tierras de las comunidades originarias asciende
a 8,5 millones de hectáreas, lo que equivale a un 3% del territorio nacional. Este
organismo envió al Senado de la Nación
la nueva prórroga a la Ley 26.160, sancionada en 2006 con el objetivo de evitar
desalojos en los territorios ocupados por pueblos indígenas, que podría
tratarse este miércoles 27.
Desde que se emprendió la llamada “Campaña al Desierto” entre 1878 y
1885, por la que se conquistaron grandes
extensiones de territorio que se encontraban en poder de pueblos
originarios mapuche, ranquel y tehuelche
, el problema del indio pasó a ser el problema por recuperar sus tierras.
Siendo comprensible su
sentimiento de expoliación también debemos
aceptar que la historia no puede desandarse, lo que se
hizo a pesar de los cuestionamientos que
nos genere no puede deshacerse .Todo
acontecer histórico tiene sus claroscuros, lo que no debemos hacer es reincidir
en esos errores o fustigar la violencia.
Por eso frente a los hechos
consumados y al deber de construir
un presente que haya aprendido de
los errores del pasado, lo que corresponde
es trabajar por una convivencia pacífica y equitativa que respete la
identidad cultural de cada pueblo y
atienda sus necesidades.
Lo que ha sacado a la luz a
partir de la triste desaparición de Santiago Maldonado a quien se lo vio por
última vez en una manifestación en apoyo al
reclamo de los pueblos mapuches son las condiciones de marginación en que se encuentran los aborígenes.
Resolver esta situación es deber del Estado Argentino
teniendo en cuenta que no es solo una cuestión moral, es un tema económico,
político y social.
Lo otro, lo que estamos viendo ahora son manifestaciones violentas que encabezan un
grupo minoritario de descendientes de
pueblos originarios que no reconocen la
autoridad del Estado Argentino y que
constituyen un retroceso al camino del
entendimiento que deben defender las sociedades
civilizadas .
María Cecilia Repetto
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