jueves, 2 de abril de 2009


BELLOS PARA SIEMPRE

 

 

Desde hace unas décadas atrás  se ha impuesto  la idea de que el  paso natural de los años es más  que natural espantoso, decadente.

Los contenidos de los medios de comunicación se han encargado  de imponer la idea de que la belleza  humana  está circunscripta al reducido horizonte de su  aspecto exterior

Formamos parte de una generación a  quienes se nos ha puesto   en la cabeza o se nos pretende imponer que belleza y  juventud  son términos sinónimos y vamos atrás de ese concepto  errónea apelando a cualquier método , incluso hasta el ridículo para sentir que estamos a la moda, es decir sentirnos jóvenes ,aunque esto resulte incomodo, inútil o doloroso.

 Son los jóvenes sobre todo son los que más temen  cruzar la barrera  de la madurez y tratan de postergar su adolescencia hasta edades en las cuales nuestros padres ya eran jefes de familia.

Han cambiado las épocas, los jóvenes de antes se vestirán como adultos porque querían parecerse a sus padres .Hoy en día es al revés, son los padres  los que quieren parecerse a sus hijos y se visten como ellos.

En esta guerra contra el tiempo  los años en vez de recibirlos como un aporte de experiencia, de mayor sabiduría, de espiritualidad  y belleza interior  caen como meteoritos.

Que hay belleza en una cara fresca  y en un cuerpo  armonioso  no caben dudas .Es hoy  y ha sido así  antes. En todas las épocas de la historia los artistas se ha ocupado de reproducirlos en pinturas y esculturas.

Pero de allí a la creencia de que solo en los atributos físicos de una persona reside la belleza del individuo hay un abismo.

 No quiero decir que sea malo pretender estar bien físicamente lo que intento destacar es que hoy en día se le resta  importancia al  embellecimiento espiritual   comparado con la energía, al tiempo y al dinero que se invierte en mejorar la apariencia exterior.

El culto excesivo al físico, tal como lo fomentan algunos programas de televisión o revistas  desfigura la perspectiva justa de lo que en realidad importa y  hace  bello a un ser humano .Nos olvidamos de aquella frase tan sencilla y profunda del  Principito cuando dice “Lo esencial es invisible a los ojos”.

Me parece que  deberíamos revertir esta tendencia preocuparnos por  hacer más sólidas las bases sobre las que se apoya  la vida de un hombre  de manera que la cabeza no sea un simple adorno del cuerpo, un  alhajero vacío.

Son realmente lamentables las figuras mediocres que  proponen  como referentes los medios de comunicación.

Por lo general están representados en modelos o conductores de bajo nivel intelectual  de quienes no se puede esperar más que bajezas, manifestaciones de irrealidad o expresiones de mal gusto y que estimulan la vulgaridad y la ausencia de valores.

Es importante transmitirles  a los jóvenes que son los más permeables a recibir mensajes s   en donde se  pretende hacerles creer que la fórmula del éxito es se alcanza juventud+ delgadez extrema +alguna cirugía plástica + cierta dosis de vulgaridad  que  el camino del  perfeccionamiento  se llega a través de las virtudes  y de la sabiduría que aportan los conocimientos y la experiencia...

Alguien me dijo hace poco que hay personas que con los años se ponen más bellas.

Coincido plenamente y agrego que son las personas que han cultivado su interior con valores y que su sabiduría de vida les ha otorgado una mirada diferente.

 

 

 

                                                                                                       María Cecilia Repetto

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