miércoles, 27 de abril de 2016


LA MUJER  Y EL MITO DE LA FRAGILIDAD

      La reciente visita de Michelle Obama a la Argentina ha sido muy  oportuna. Desde que se instituyó el 8  de marzo como el Día Internacional de la Mujer  cada año en estas fechas se   conmemora la lucha que ha llevado a cabo la mujer a lo largo del tiempo por el reconocimiento de sus derechos dentro de la sociedad.

Precisamente la primera dama estadounidense  hizo propicia su  estadía en Buenos Aires  para agregar una grano de arena más  y  dejar en su charla frente a  450 jóvenes de escuelas públicas y privadas un mensaje  acerca de la importancia de  la educación femenina  en la búsqueda de su  desarrollo  personal .

Para ello puso su  ejemplo de mujer luchadora  que fue abriéndose camino  , removiendo los obstáculos que frenaban el  logro de sus objetivos  hasta lograr a través del estudio  hacer una “diferencia”  es decir, darse la oportunidad de progresar y  superarse.

En efecto, el acceso a la educación a la mujer fue el resultado de un proceso lento y paulatino ya que en siglos pasados la formación educativa era restrictiva para los hombres.  Este adelanto  que se dio principalmente a partir del siglo XX le permitió alcanzar  proyectos personales , tener  mejores oportunidades en el campo laboral y participar en la actividad política.

También representó un avance para la sociedad  por aquello que siempre se ha dicho de que al educar a una mujer se está educando a toda una familia.

Cabe destacar que la  llamada “lucha de la mujer” por la equiparación de sus derechos dentro de la sociedad  se compone de diversas acciones individuales que espontáneamente  ,  muchas veces en soledad ,fue dando la mujer  a través del tiempo  como una expresión de su  libertad  ,que no necesitó  de promotores ni organizadores  ,que si dio sin planificación alguna  y sin estar  vinculadas unas con otras.

Estos avances que le dieron otra imagen a la mujer, no aquella que la circunscribía a su rol de ama de casa, ponen en tela de juicio  la equiparación de la mujer con el “sexo débil”.

Numerosos antecedentes desvirtúan el mito de su fragilidad : Recordemos, a modo de ejemplo y  merecido homenaje,  a las primeras mujeres que llegaron con las expediciones colonizadores, que venían en los barcos desde Europa para  lanzarse a la aventura de radicarse en tierras vírgenes desprovistas de las comodidades que podía ofrecerles su tierra de origen.

Aunque hay  pocos registros de su presencia se sabe que el porcentaje de mujeres que se lanzaron a la conquista del nuevo mundo fue altísimo y lo más significativo es que no  solo actuaron como compañeras  de los conquistadores sino que también fueron ellas mismas conquistadores.

Se estima que hacia 1579 había casi 8000 mujeres  españolas emigradas  al nuevo mundo frente a unos 45000 varones.

Un caso emblemático fue el de  Isabel de Guevara  quien  formó parte de la expedición  de Pedro de Mendoza  que en el año 1536 fundó Buenos Aires  y participó  en la expedición que remonto  el Paraná y termino fundando  la ciudad de Asunción.

Precisamente en una carta  que Isabel le envía a Juana de Castilla en 1556  cuyo texto figura en las Cartas de Indias  le cuenta del sacrificio  de las mujeres que formaban parte de la expedición y relata la fundación de Asunción  ,narra los infortunios y el hambre que soportaron y ante la debilidad de los hombres  por la falta de comida fueron las mujeres las que debieron ocupar los puestos de centinela  ,las que dispararon los cañones ,adiestraron y preparando las tropas, además de cuidar sus ropas, hacerles de comer, limpiar y despiojar.

Casos como estos abundan en la historia dejando a entrever que  las mujeres en muchas ocasiones  han sido el sexo fuerte y la que frente a la adversidad ha demostrado fortaleza e incitado a continuar poniendo una luz de esperanza  .

Pese a todos los avances que se han conseguido  en miras a construir un mundo con igualdad de oportunidades para todas las personas sin distinción de sexo  ,la discriminación de la mujer sigue existiendo. No hay un solo país en el mundo donde las mujeres hayan conseguido la plena igualdad y el pleno goce de sus derechos .

Frente a esta realidad el compromiso por la erradicación de la violencia de género, el femicidio, la trata de mujeres, la discriminación  laboral, entre otras cuestiones, debe ser asumida por todo el conjunto de la sociedad, en especial por quienes tienen  a su cargo el deber de garantizar la libertad e igualdad de  derechos para todos los ciudadanos tal como lo ha planteado recientemente la primera dama estadounidense.

 

                                                                                                                                 María Cecilia Repetto

 

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