martes, 2 de septiembre de 2014

BOUCHARD por Maria Cecilia Repetto


LOS CORSARIOS  DE  BUENOS AIRES  EN LAS GUERRAS DE  LA INDEPENDENCIA


El 9 de julio de 1817, un  año después de haberse declarado la independencia, zarpaba  del Río de la Plata ,precisamente del puerto de Ensenada de Barragán , un barco  con  cuatrocientos  cincuenta hombres   al mando del capitán  Hipólito Bouchard con el objetivo de realizar una audaz  y lejana travesía  que duraría  más de dos años.

El navío había sido hasta un año antes  la fragata española “Consecuencia”  pero después de ser capturada en el pacífico  se la había “rebautizado” con el nombre de “La Argentina”  y a partir de entonces habría de  cumplir una misión importante para beneficio de nuestra incipiente nación .


El capitán Bouchard   era francés de nacimiento pero a juzgar por sus sentimientos parecía ser hijo  de estas tierras.

Proveniente de Saint Troppez, se radicó en Buenos Aires en épocas de plenos preparativos de la Revolución de Mayo  que aspiraba  poner fin al colonialismo e independizarse de España.

Bouchard pese a ser muy joven y extranjero sintió simpatía por los jóvenes revolucionarios como Mariano Moreno  y puso  sus conocimientos navales al servicio de nuestra patria.


En 1811 fue nombrado capitán del bergantín 25 de Mayo, y participó  aunque sin éxito en el combate de San Nicolás bajo el mando de Juan Bautista Azopardo.

También luchó en el combate de San Lorenzo (3 de febrero de 1813) como teniente de granaderos a caballo.

En el primer aniversario de la Declaración de la Independencia  Bouchard se embarcó  en la “Argentina “con el firme  propósito de llevar la guerra de la independencia al otro lado del océano.

Junto a él viajaban el marino José María Piris y Tomas Espora en cuya memoria hoy lleva su nombre una calle de nuestra ciudad.

Con una audacia de novela y un profundo espíritu aventurero Bouchard navegó durante dos años por diferentes mares.

El primer  objetivo  que se había planteado era  perturbar en las costas españolas  e impedir   el tráfico de España y sus posesiones  en las filipinas.

Pero su empresa no se agotó allí , con patente de corsario navegando por aguas del Atlántico Sur, llegó a Madagascar y frustró el embarco de esclavos que estaban a punto de concretar tres buques ingleses y uno francés.


Luego sin detenerse la Argentina siguió navegando rumbo a las Filipinas para perjudicar el tráfico comercial de los buques españoles en esos territorios .

Al arribar a las islas Hawai, Bouchard se entrevistó con el rey Kamehameha que gobernaba  desde hacía treinta años y con él  firmó un tratado haciéndole reconocer la Independencia Argentina, proclamada por el Congreso de Tucumán.

Sin dudas tuvo arte para ganarse su aprecio o su confianza pues el rey le proveyó a Bouchard de 100 marinos y le devolvió la goleta  “El Santa Rosa de Chacabuco” cuya tripulación  se había sublevado  en el litoral de Chile.

La flota compuesta ahora por franceses argentinos y hawaianos que vistieron el uniforme nacional al llegar a las costas del pacífico atacó en California el fuerte  Monterrey, el 22 de julio de 1818. Tras duros combates, logró tomar el fuerte y hace flamear la bandera de Belgrano por seis días en California.


El 25 de enero de 1819, bloqueó el puerto de San Blas y atacó Acapulco de México. En Guatemala destruyó Sonsonate y capturó bergantines españoles.

En Nicaragua, tomó Realejo, el principal puerto español en los mares de Sur, y se apoderó de cuatro buques españoles.

Pero el broche de oro lo obtuvo casi al final de su periplo cuando al llegar  a las costas de Perú  le correspondió  transportar  a Lima nada más ni nada menos que el Regimiento de Granaderos a Caballo .

Afirman los  historiadores que Bouchard era una persona muy dura con sus tropas, casi brutal, pero que respetó ciertas reglas: no tocó las misiones, ni las iglesias, y cumplió con su objetivo de hostigar a los españoles en cualquier parte del mundo.

Por otro lado ,el general Mitre al referirse a  este legendario marino afirmó que  “Los célebres almirantes Drake, Cavendish y Anson  que haciendo  el oficio de corsarios cruzaron los mismo mares  y hostilizaron las mismas cosas  ,no realizaron en ellas hazañas  mucho más grandes ni consiguieron  para su patria mayores ventajas que las que realizó  y produjo  el crucero La Argentina.”

La historia argentina no ha destacado en la dimensión  debida  a muchos de los hombres que han prestado sus servicios a la patria, como Hipólito Bouchard , un marino nacido en Francia compenetrado con la independencia argentina.

María Cecilia Repetto

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