miércoles, 27 de septiembre de 2017

HISTORIAS DE FUEGO     

        Cuando  se  producen incendios en  el sur de nuestro país y en Chile  con motivo del reclamo que realizan los pueblos aborígenes por  la recuperación de sus tierras ancestrales  no puedo dejar de asociarlo con  el  incendio que sufrió nuestro pueblo hace doscientos años.
      Es sabido  que Dolores fue atacada e incendiada   en el año 1.821 por un malón indígena proveniente de las cercanías de Tandil. 
Este malón estaba comandado por un ex capataz de la Estancia Miraflores   de nombre  José Luis Molina quien al escapar  al desierto perseguido por el gobierno de Martín Rodriguez  se había ganado la confianza de los indígenas por su destreza y probablemente por su sangre fría.
El 4 de abril de 1.821 a las órdenes de este hombre blanco irrumpe el malón  en el pueblo de Dolores y después de arrasar con las pertenencias de los vecinos ,su ganado  y cometer todo tipo de tropelías ,  se  retiraron del lugar   llevando  cautivas a varias familias, entre ellos  algunos  parientes  del  fundador Don Ramón Lara   dejando  solo  las cenizas de un pueblo devastado por el fuego .
Al cabo de unos años  y sin solicitar autorización oficial ,D. Ramón   Lara  junto a un grupo de familias  comenzaron  a levantar  nuevamente sus viviendas y a trabajar  por su cuenta y  riesgo en lo que sería la reconstrucción definitiva de nuestro pueblo .
Una vez que  las tareas  ya estaban en marcha nuestro fundador (por segunda vez) se dirigió   al Ministro Julián Segundo de Aguerro  para solicitar la autorización formal como lo documenta una carta  fechada en   diciembre de 1825.
Tal como se ha recordado en estos días con motivo de conmemorarse el Bicentenario de la fundación de nuestra ciudad, Dolores se funda en épocas en las que las políticas de gobierno  estaban centradas en tratar de  correr la línea de frontera  hacia el sud para impedir el avance del indio pampa que asolaba en la zona y atemorizaba  a los   pobladores.
Existía una gran preocupación en aquel entonces en  solucionar el problema del temido  salvaje pues  representaba una amenaza  y a la vez un estorbo a los planes civilizadores  que aspiraban los gobiernos
Había que ocupar las tierras, poblarlas, educar a las nuevas generaciones y  en ese marco  se pensó en  la inmigración europea como herramienta eficaz para agilizar estos objetivos  que defendieron e impulsaron sin discrepancias  los primeros presidentes constitucionales.
Los incendios y actos de violencia que protagonizan desde hace un tiempo   grupos indígenas en el sur de nuestro país  parecen réplicas  de aquellos incendios de ayer, como el que sufrió nuestro pueblo, la asociación es inevitable.
Los mapuches (gente de la tierra en su lengua nativa) habitaron  desde hace cientos de años en Chile y Argentina .Dieron pelea a los conquistadores españoles hasta que en el siglo XIX  entre 1861 y 1883 fueron sometidos por el ejército chileno en la llamada pacificación de la Araucanía.
Después de 1997   algunos  grupos  indígenas  como el grupo RAM (Resistencia  Ancestral Mapuche ) deciden cambiar las tomas de fundos y la burocracia judicial  por la acción incendiaria  con el objetivo de recuperar las tierras ancestrales que incluye  en una parte al territorio argentino y obtener autonomía .
En este marco de violencia que no parece tener límites fueron quemados vivos en su casa hace cuatro años el empresario Luchsinger y su esposa .El juicio por aquel crimen comenzó  hace algunas semanas con 11 imputados que pertenecen a la etnia mapuche.
Según los coordinadores  del primer partido político  mapuche  mientras el Estado no reconozca la naturaleza política de esta situación  y se disponga a dialogar  sobre un nuevo estatuto político la situación continuará.
Es verdad es que hasta el presente  todos  los reclamos de los pueblos originarios  de norte a sur  poca atención de los gobiernos han recibido.
El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) ha informado recientemente que el reclamo de tierras de las comunidades originarias asciende a 8,5 millones de hectáreas, lo que equivale a un 3% del territorio nacional. Este organismo envió  al Senado de la Nación la nueva prórroga a la Ley 26.160, sancionada en 2006 con el objetivo de evitar desalojos en los territorios ocupados por pueblos indígenas, que podría tratarse este miércoles 27.
Desde que  se emprendió la  llamada “Campaña al Desierto” entre 1878 y 1885, por la que se conquistaron  grandes extensiones de territorio que se encontraban en poder de pueblos originarios  mapuche, ranquel y tehuelche , el  problema del indio pasó a ser   el problema por recuperar sus tierras.
Siendo  comprensible su sentimiento de expoliación  también debemos aceptar   que la historia no puede desandarse, lo que se hizo  a pesar de los cuestionamientos que nos genere  no puede deshacerse .Todo acontecer histórico tiene sus claroscuros, lo que no debemos hacer es reincidir en esos errores o fustigar la violencia.
 Por eso frente a los hechos consumados  y al deber de  construir  un presente que  haya aprendido de los errores del pasado, lo que corresponde  es trabajar por una convivencia pacífica y equitativa que respete la identidad cultural de cada pueblo y  atienda  sus necesidades.
Lo que ha sacado a la luz  a partir de la triste desaparición de Santiago Maldonado a quien se lo vio por última vez en una manifestación en apoyo al  reclamo de los pueblos mapuches son las condiciones de marginación  en que se encuentran los aborígenes.
Resolver esta situación es deber del Estado  Argentino  teniendo en cuenta que no es solo  una cuestión moral, es un tema económico, político y social.
Lo otro, lo que estamos viendo ahora son  manifestaciones violentas que encabezan un grupo minoritario de  descendientes de pueblos originarios que no reconocen  la autoridad del Estado Argentino  y que constituyen   un retroceso al camino del entendimiento que deben defender  las sociedades civilizadas .
María Cecilia Repetto



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