viernes, 12 de julio de 2013

TORNADO EN DOLORES (1985).Maria Cecilia Repetto


RECUERDOS DE UN TORNADO

25 AÑOS DEL TORNADO EN DOLORES


Me preguntó  si estaba en Dolores el día del Tornado y le  contesté que  sí, que esa  tarde estaba  con papá  escribiendo a máquina en el estudio.

Le cuento, aunque no me lo pregunta   , que  hacía mucho calor  ese día  y  que por  el color  del cielo se veía que se acercaba una gran tormenta pero nadie se imaginó que presentaría semejantes   características.

Le comento que en realidad   al   tornado  yo no lo sentí  porque sus  coletazos fuertes los desplegó   por otros barrios.

 Que nos enteramos del hecho  por un vecino  que se acercó para   avisarnos.

Media  ciudad está destruida!  Exclamaba  asomando su cara entre la reja de la ventana.

Recuerdo que papá  lo miraba al  hombre    descreído, incluso me dijo bajito  ¿no estará exagerando .?    Nosotros solo habíamos sentido  un viento fuerte pero nada anormal.

Igual nos fuimos  a  casa   porque  nos aseguraba  que   los daños que había causado el tornado  por nuestro  barrio  eran  serios.

Al doblar por la calle Rivadavia nos dimos cuenta  que el vecino no exageraba,

El espectáculo nos dejó mudos y, como tantos, sentí miedo.

Árboles destruidos, casas sin techos, autos aplastados por troncos, chapas nadando por el agua, etc.

La gente  conmovida frente al desastre  iba y venía  no sabiendo que hacer, angustia, desesperación, llanto, las manos en la cabeza  algunos, otros se tapaban la boca.

La ciudad a oscuras  tuvo su noche más triste.

Le cuento que nosotros nos sentamos  alrededor de la mesa del comedor a la luz de una vela.

Estábamos  apenados, silenciosos, sacudidos pero estábamos todos juntos  y en esas circunstancias  uno valora   “esos simples  detalles  “que tal vez en días comunes  pasan inadvertidos. Era una noche  de tristeza pero creo que cada dolorense en su fuero íntimo celebro la vida y minimizó las pérdidas materiales.

Me conmueve este recuerdo  y él  entonces  trata de sacarme de esa escena.

Me pregunta cuando fue lo del tornado y le respondo que hace 25 años, que ocurrió el 25 de noviembre de 1985.

Le digo, aunque no me lo pregunta, que 25 años no es  demasiado  como medida de tiempo de un pueblo.

Si lo es en la medida de los cambios que ha tenido el mundo en éstas últimas dos décadas.

Le cuento, porque él es joven,que en aquellos tiempos la gente podía vivir sin computadoras y sin celulares.  Era otro el estilo de vida .No se paralizaban las actividades por la falta de Internet.

Nuestra ciudad se recuperó pronto del desastre y demostró fortaleza para enfrentar  las  adversidades.

Sin  embargo, el crecimiento de nuestro pueblo  siempre ha caminado a ritmo lento, quizá porque nuestra idiosincrasia se identifica más con la parsimonia que con el apresuramiento.

No se compadece,   me dice, con el ritmo  mundo actual donde todo es vértigo, como el tornado.

Le digo, aunque ya lo estoy aburriendo..., que  veinticinco años  no son muchos  para un pueblo pero sí en la vida de las personas que habitan en él.

Suficientes como para que la mitad de la población  actual solo tenga referencias del día del  tornado  a través de sus padres o abuelos.

Pero los que estuvimos allí  presentes guardamos de aquella jornada triste un  recuerdo inolvidable.

Fue un día, le digo para finalizar , en que  la ciudad entera se abrazó para llorar su pena pero al  siguiente  enjugó sus lágrimas  y  se dispuso a trabajar en su recuperación.


María Cecilia Repetto






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