lunes, 15 de diciembre de 2014


 “PLATO LLENO”

ACCIONES PARA IMITAR

Una iniciativa que se ha puesto  en marcha hace poco tiempo  en la ciudad de Buenos Aires  tiene como objetivo aprovechar la comida excedente de eventos  para ser donadas a instituciones o comedores escolares donde sea necesaria.

El programa impulsado por un grupo de voluntarios  lleva el nombre de “Plato Lleno”  y  tiene como  antecedentes  proyectos similares que funcionan  con éxito  en varios  países del mundo.

Se trata de un  emprendimiento , el primero de este tipo en Argentina, que tiende a  subsanar lo inaudito, sino imperdonable, que resulta que haya gente pasando hambre cuando a poca distancia   hay comida sobrante  de fiestas o agasajos que se desecha por no saber qué hacer con ella.

Estos programas  ,al igual que otros de similares características , ponen de manifiesto  que con un poco de  buena voluntad se  puede establecer  un  puente solidario  de gran ayuda para muchas personas.

Se estima que en Europa se  generan al año 89 millones de toneladas en desperdicios de alimentos, 179 kilos por habitante, sin contar los de origen agrícola, descartados en el proceso de producción o los desechos de pescado arrojados al mar.

Solo en  la Ciudad de Buenos Aires  se desperdician  670 toneladas  por día de comida elaborada y a nivel mundial la cifra llega a 1.300.000  toneladas.

 En los supermercados  , el 80 % de los productos  que se deben retirar de las góndolas  por estar próximos a sus vencimientos  son tirados a la basura y en cada evento aproximadamente el  5% del total de la comida  termina en la basura.

Evidentemente hay muchos aspectos a tener en cuenta antes de  proceder a la donación de los alimentos, en primer lugar  la necesidad de  asegurar la conservación y buen estado de los mismos siguiendo  reglamentaciones específicas  para que el consumo no represente  riesgo para la salud de nadie .

Por tal motivo si bien la tarea no  es difícil  requiere de un trabajo coordinado  que se facilitaría  con un servicio municipal o estatal de recogidas que hiciera una ruta para retirar los alimentos y luego  trasladarlos a las instituciones receptoras de manera segura y controlada.

Programas solidarios como Plato Lleno  resaltan  la importancia que tienen las acciones humanas por pequeñas que sean para combatir los grandes problemas del mundo .

Ocurre  que el problema del hambre no es precisamente la falta de alimentos , sino la débil  voluntad por erradicarlo .

Las políticas públicas  de nuestro país en los últimos años han sido insuficientes para atacar el problema del hambre y  no siempre la causa ha sido  la falta de  recursos asignados sino el manejo  irregular  de los fondos que no siempre llegan a sus destinatarios.

Según informes de la  Universidad Católica Argentina (UCA), alrededor de 2 millones de personas pasan hambre con frecuencia en nuestro país  mientras  que todos los días cientos de toneladas de alimentos que podrían canalizarse de manera solidaria terminen en la basura

Por eso la fuerza de la solidaridad  cobra mayor  valor frente a los espacios vacíos que se producen  cuando  la gestión pública  no alcanza para solucionar los problemas urgentes.

El tema del aprovechamiento de alimentos sobrantes no debería ser exclusivo de las grandes ciudades .Por lo general , en los pueblos pequeños los lazos más cercanos  que se tejen entre los vecinos  hace que mucha  gente brinde  ayuda o realice colaboraciones  en forma directa ,  pero ello no significa que sería de mucha utilidad  contar con un banco de alimentos en cada ciudad que organice y distribuya los alimentos  que no son consumidos en restaurant,eventos o comercios  para que ,con la supervisión de los organismos de control municipal,puedan ser aprovechados en comedores o familias que lo necesiten.

En Argentina existe la Ley 25.989 del Buen Samaritano (o ley DONAL), sancionada en 2004,  en su artículo 9 exime a los donantes de la responsabilidad sobre los alimentos una vez entregados a los beneficiarios bajo las condiciones exigidas por el Código Alimentario Argentino. Ese punto fue vetado  en  el año 2005 y, a partir de allí, la ley dejó de alentar la donación.

Sería bueno activar los mecanismos legales necesarios para que esta situación indignante  se revierta removiendo las trabas que llevan a que comida perfectamente en buen estado no llegue, en tiempo y forma, a las organizaciones que brindan asistencia alimentaria a los más necesitados.

MARIA CECILIA REPETTO

 

 

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