lunes, 15 de diciembre de 2014

LA DIGNIDAD DEL TRABAJADOR


EN NOMBRE DE LA DIGNIDAD

 

                        Aquí  y en todas partes del mundo ,si bien se admira al exitoso (llamado así ,en su  acepción    moderna  , a quien tiene  dinero y / o fama sin importar cómo )    cuando uno profundiza en las historias de vida  de gente común que , por contraste, han trabajado toda su vida ,que han vivido modestamente pero  con mucha dignidad , no se puede menos que sentir  reconocimiento  y  respeto.

Yo conocí a alguien que se murió hace poco.

Era un  cartero  , le decían Dumbo ,todos en Dolores  lo conocían .

Repartió cartas con su bicicleta negra  durante muchísimos años,  en las épocas en que  realizar este trabajo era  tarea ardua porque no existía  internet y toda  la correspondencia  se enviaba por correo postal.

Para cualquier persona  la llegada de la jubilación  es como una bendición , un premio que solo quien ha cumplido los años de servicio reglamentarios sabe lo que significa : la posibilidad del descanso o de emprender una vida más tranquila .

No obstante este trabajador  no alcanzó a gozarla pues por ironías del destino, su muerte coincidió con el día en que se jubilaba .Vaya a saber,tal vez la emoción afectó su corazón enfermo.

 

Su vida  diaria  ,que traigo como ejemplo, habrá sido  similar a la de millones de trabajadores  que se levantan  temprano para ganarse  el pan de cada día  y que  a  costa de mucho esfuerzo  personal , sin lujos ni placeres,  sostienen una  familia a quien procuran brindarle lo mejor dentro de sus posibilidades.

 

No obstante ,la figura del trabajador no representa  actualmente un modelo social cuyos valores se exalten de las misma manera en que se  lo hace con  los beneficiados  por el éxito fácil  a quienes se suelen admirar poniendo una mirada indulgente con relación  a los mecanismos de los cuales se han valido  para alcanzarlo aunque se trate de dinero proveniente de negocios espurios o dineros públicos de la corrupción.

Ello es congruente con la declinación de la cultura del esfuerzo que  se ha ido acentuando en las últimas décadas en la cual  no solo el trabajador sino también quien estudia y se esfuerza por progresar  es subestimado en relación al  valioso rol que cumple dentro de una comunidad.

Se olvida que nuestro país creció y se desarrolló gracias a la cultura de trabajo que importaron las oleadas de inmigrantes que poblaron la Argentina  a partir del Siglo XIX.

Entonces  me preguntaba, frente a los  mensajes contradictorios que desalientan al trabajo  , que fuerza interior es la  sostiene a una  persona en su actitud ,qué la lleva  a perseverar  en su proyecto personal  y a no flaquear ni siquiera frente a las frustraciones .

Y  la respuesta  tiene que ver con la dignidad del ser humano  y con las elecciones que  se hacen   en la vida.

Nos remite también a esa cultura del trabajo que heredamos de nuestros padres y abuelos

El trabajo  es   un mandato de la vida desde el fondo de los tiempos. Es un mandato ético y bíblico que nos recuerda eso tan sabio de que ganarás el pan con el sudor de tu frente.

Tiene una dimensión que trasciende lo  económico  , de allí la importancia de que las políticas públicas  fomenten las fuentes de trabajo y  desalienten la ociosidad que provoca el  desmedido asistencialismo .

 

Hace muchos años un filósofo italiano llamado Pico de la Mirándola escribió el Discurso sobre la Dignidad Humana en el cual introduce el concepto de la libertad al hablar de la dignidad del hombre.

Precisamente dice que es el hombre quien elige ser o no ser digno  , que es un atributo de los seres humanos  lo cual nos diferencia de otras especies.

“… Te coloqué en el centro del mundo, para que volvieras más cómodamente la vista a tu alrededor y miraras todo lo que hay en ese mundo,para que tú mismo, como modelador y escultor de ti mismo, más a tu gusto y honra, te forjes la forma que prefieras para ti. Podrás degenerar a lo inferior, con los brutos; podrás realzarte a la par de las cosas divinas, por tu misma decisión”

La dignidad no tiene precio  y como lo explica  el filósofo Kant nos remite a  la  autonomía moral propia del ser humano.

Por todo ello creo que mayor  éxito personal   tiene que ver con la preservación de la dignidad , compromiso que  asumen   quienes  se  ganan  la vida con  su esfuerzo personal .

                                                                                                         María Cecilia Repetto

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