viernes, 14 de octubre de 2022

ACERCA DEL CENSO NACIONAL . 27-05-2022

 

 

CERRADO POR CENSO

                                           Ahora que pienso el censo que se realizó el pasado 21 de mayo   bien pudo   hacerse una semana después que era feriado, o cualquier otro   domingo, para que coincida   con un día inhábil laboralmente ,como otras veces ha sucedido.

Pero parece que aquí insistimos con darnos ciertos lujos y hacer de cada ocasión una excusa para no ir a trabajar, aunque el costo sea grande, aunque en la situación en la que nos encontramos hacer gastos de esta naturaleza   resulte una frivolidad: Pagar a los censistas, a la estructura jerárquica, costos de organización, en fin, una suma estimada en $14.000 millones.

El censo de población facilita la elaboración de indicadores de desarrollo, proporciona bases para preparar estimaciones de natalidad, mortalidad, migración y del crecimiento de la población.

A partir del análisis de los resultados, es posible reconocer las características y las necesidades de la población ,y así dar lugar a una mejor planificación de las políticas públicas.

Es decir, no se niega su importancia, lo que se cuestiona es la necesidad de embarcarse en gastos de esta naturaleza frente a otras prioridades que tiene en este momento el país y que se suma a otras sorpresivas medidas del gobierno, como el anuncio de los nuevos billetes, que parecen ir a contramano de las urgencias que hoy tiene la gente.

Podría tener mayor justificación en otras épocas, pero hoy en día con la cantidad de herramientas informáticas que contamos y estudios estadísticos que se realizan de toda naturaleza, seamos francos, alcanzan y sobran las mediciones, encuestas y relevamientos que se realizan para satisfacer cualquier inquietud, duda o dato que necesite conocer el gobierno para elaborar las políticas públicas.

 

De haberse realizado el   pasado 25 de mayo al menos hubiera tenido cierto valor simbólico por tratarse del día del nacimiento de nuestra patria.

Punto de partida para determinar cuánto ha crecido la población doscientos doce años después de la Revolución de Mayo, porque cada censo grafica una época, la situación social y económica de su gente.

En el caso particular de nuestro país, desde sus inicios se vislumbraban   desbalances regionales y el crecimiento desigual de Buenos Aires   en relación con otras regiones del país, situación que al día de hoy persiste.

Desde que comenzó nuestra historia como Nación el primer censo fue en 1869, bajo la presidencia de Domingo F. Sarmiento, y hasta el último realizado en 2010, se desarrollaron en el país diez censos nacionales (1869, 1895, 1914, 1947, 1960, 1970, 1980, 1991, 2001 y 2010).

Según el primer relevamiento, la población nacional era de 1.830.214 habitantes. La población originaria no fue censada y se la estimó en 93.138 habitantes

También   se relevó la cantidad de hijos “ilegítimos” que eran 153.882, es decir, el 20% del total de niños censados. Dentro de la categoría “condiciones especiales” se distinguió entre: dementes, sordomudos, ciegos, cretinos, imbéciles, estúpidos, opas, con bocio o coto, inválidos y huérfanos.

Tras unos largos veintiséis años, en 1895, se hizo el segundo censo nacional. Allí se incorporó el llamado "desierto" (La Patagonia) y la región chaqueña. La población total fue de 4.044.911 habitantes, más del doble que durante el primer registro.

En 1914, se realizó el tercer censo nacional. La población creció a pasos agigantados por la llegada masiva de los inmigrantes europeos, fue la etapa de mayor crecimiento demográfico de nuestra historia, la población alcanzó los 7.885.237 habitantes.

Recién en 1947 se desarrolló el cuarto censo, bajo la presidencia de Juan Domingo Perón: La población total fue de 15.893.827 habitantes. Este censo introdujo la consideración de la familia y el hogar como unidades de análisis. También es la primera aparición de la figura del “desocupado”.

El censo de población, vivienda y agropecuario de 1960 fue realizado durante la presidencia de Arturo Frondizi. En materia de familia, se destacó por incorporar las “uniones de hecho”, ya que anteriormente solo se consideraba al “estado civil”. El censo determinó una población de 20.013.793 habitantes.

En 1.970 el censo determinó que los habitantes de la Argentina eran 23.364.431 habitantes.

El 22 de octubre de 1980, durante el gobierno de facto de Jorge Rafael Videla, se realizó el séptimo Censo Nacional, el total de la población que resultó fue de 27.949.480 habitantes.

El censo del año 1991 se realizó durante la presidencia de Carlos Menem. Reveló una población de 32.615.528 habitantes.

El censo de 2001 durante la presidencia de Fernando de la Rúa, surgió del relevamiento fue de 36.260.130 habitantes. Durante este censo se examinó sobre discapacidad, descendencia o pertenencia a los pueblos originarios y equipamiento tecnológico del hogar.

El último censo, el del 27 de octubre de 2010, estuvo signado por la muerte de Néstor Kirchner El resultado marcó 40.091.359 habitantes.

No caben dudas que los censos nacionales han sido en todas las épocas herramientas para la toma de decisiones de todos los niveles de gobierno.

Pero en la situación de crisis en la que estamos ¿De veras creemos que su resultado puede influir  para que existan mejoras, llamémosle correcciones en las políticas públicas.?

¿De veras creemos que se precisa hacer un   censo para saber quiénes  somos ,cómo estamos ,que necesitamos o a cuanto asciende el número de pobres en Argentina?

Por eso ,  en mi opinión , el censo debiera realizarse cuando existan  recursos económicos suficientes y que hoy son escasos.

Se suman estas iniciativas del gobierno a otras que acrecientan la sensación de que se  gasta  más de la cuenta ,o que se invierte  mal el dinero público ,que se pone la atención en asuntos que no son de relevancia y que no contribuyen a cambiar la situación social y económica de la población ,que se pierde el tiempo en cosas superfluas en vez de poner la atención  en cuestiones de fondo y lo mas angustiante  es  la desazón de  no saber si lo que sucede es por inoperancia o  premeditación .

María Cecilia Repetto

 

 

 

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