DEUDA
PUBLICA ,CONTROVERTIDA Y NUESTRA.
"El interés de la deuda cuando es exorbitante y
absorbe la mitad de las entradas
del tesoro, es el peor y mas desastroso enemigo
público. Es más temible que un
conquistador poderoso con sus ejércitos y escuadras;
es el aliado natural del
conquistador extranjero... "
Juan Bautista Alberdi
En
el mundo , las decisiones financieras de los gobiernos rara vez forman parte del
debate público.
Son
temas técnicos , difíciles de explicar ,tratada por gente preparada
para ello ,quedan en la órbita del Estado como un tema de su responsabilidad e
incumbencia.
En
Argentina ,en cambio ,sucede algo distinto ,vivimos en vilo por las
decisiones que adoptan los gobernantes ,atentos a lo que hacen o dejan de
hacer ,atemorizados por las consecuencias de sus desmanejos ,desconfiando
de su criterio y dudando de su proceder .
El
debate sobre la deuda pública ,por ejemplo, reviste una complejidad
que a un ciudadano común le resulta difícil analizar .
Sin
embargo desde que tengo memoria los argentinos hemos sido
partícipes de las disputas políticas que se generan a partir de
ella, si se paga o se deja de pagar ,si la generó uno o el otro ,
si paga éste o el que venga después .
Cuando
lo lógico sería que se hicieran cargo quienes tienen
esa responsabilidad desligando a los ciudadanos de semejante
engorro ,pues no , la deuda externa es una sombra que nos persigue
, que no da tregua ni horizonte de salida .
No
es de ahora ,dejémoslo en claro ,en lo albores de nuestra historia
Bernardino Rivadavia solicitó en 1824 siendo Ministro durante
el Gobierno de Martín Rodriguez un empréstito en moneda extranjera a la
firma Baring Brothers que luego demoró un siglo poder
devolverla .
La
garantía del empréstito fueron las tierras de la provincia de Buenos Aires, y
cuando Rivadavia fue Presidente en 1826, elevó esa garantía a la totalidad de
la tierra pública .
El
empréstito con la Baring Brothers fue un caso emblemático en
nuestro país ,con un endeudamiento externo de dudosa transparencia
que condicionó la economía .
Recuerdo
perfectamente que se daba este tema en las clases de historia en la
escuela primaria donde a pesar de la corta edad uno intuía que se
trataba algo riesgoso ,pedir tanta plata prestada y después como se
iría a devolver ... sin imaginarlo eran aquellos nuestros primeros análisis
financieros.
Los
sucesivos gobiernos continuaron endeudándose, no solo con los ingleses ,sino
también con los franceses y alemanes . En 1880 la élite gobernante, conocida
como la "Generación del 80", casi triplicó la deuda extranjera, que
pasó de 14 a 38 millones de libras.
Cuando
asume Irigoyen en 1916, va a comenzar a acentuarse la baja de los montos de la
deuda .Su gobierno fue una excepción a esa vieja concepción política del
sometimiento, y de allí surge una gran empresa, un verdadero emblema del poder
de decisión de la República: Yacimientos Petrolíferos Fiscales, que solo tuvo
como aporte del gobierno la suma de 8.000.000 de pesos, habiéndose financiado
exclusivamente con el petróleo que se extraía.
Pero
las crisis económicas que han aquejado a Argentina en las últimas décadas, y
que en 2001 llevaron al país a declarar el mayor default en la historia ,
tuvieron su origen después de la Segunda Guerra Mundial.
Los
historiadores apuntan a dos factores que, combinados, resultaron fatídicos: la
llegada de los militares al poder y la creación de los organismos
multilaterales de crédito.
Desde
la Presidencia del General Rafael Videla (1976-1981), principalmente, bajo la
gestión económica del Ministro
Martínez
de Hoz ,en menos de 8 años, desde el 2 de abril de 1976 hasta la entrega del
gobierno a Raúl Alfonsín a fines de 1983, el endeudamiento externo se
multiplicó casi 6 veces, pasando de 8 mil a 45 mil millones de dólares.
El
enorme peso que suponía esta carga fue uno de los principales motivos que
llevaron a Argentina a un colapso económico en 1989, obligando a Alfonsín a
dejar el poder de forma anticipada.
En
los años '90 durante el gobierno de Carlos Menem donde un peso
valía un dólar, la deuda se triplicó y superó los US$150.000 millones.
En
los períodos siguientes, hasta el año 2000, la situación muy lejos de mejorar,
continuó con una deuda en constante pendiente ascendente.
En
2001 Argentina declaró lo que, en su momento, fue el default soberano más
grande: casi US$145.000 millones.
En
el año 2.006 durante el gobierno de Néstor Kirchner se
canceló la deuda de 9.180 millones de dólares contraída con el FMI
utilizando las reservas de libre disponibilidad en poder del Banco Central.
El pago que representaba algo menos del 9% del total de la deuda pública
argentina (En aquel entonces de 126.400 millones de dólares) permitía liberarse
de los condicionamientos del organismo además de enviar un mensaje de fortaleza
financiera.
En
el caso del actual mandatario, Alberto Fernández, apenas asumió junto a
su ministro de Economía, Martín Guzmán, debieron negociar con los
acreedores del país para ver cómo afrontan los más de US$320.000 millones que
se le deben a bonistas, organismos de crédito y agencias del sector público.
Entre
sus principales acreedores está el Fondo Monetario Internacional (FMI), que
entre 2018 y 2019 entregó al gobierno de Mauricio Macri
un préstamo por más de US$44.000 millones.
El
gobierno actual culpa al anterior de la "pesada herencia " ,sin
embargo, representantes del macrismo afirman que debieron buscar financiamiento
para pagar "la fiesta kirchnerista", es decir, el alto gasto público
que generó un fuerte déficit fiscal durante la administración anterior.
Es
indudable que Argentina atravesó un ciclo de fuerte endeudamiento durante el
gobierno de Macri pero los problemas no empezaron con él.
Repasar
nuestra historia muchas veces provoca tristeza sobre todo cuando se
advierte que las necesidades de financiamiento han sido pretextos para
encubrir negociados o han tenido un destino incierto del que la
ciudadanía jamás se enteró ni pudo verificar su destino final , pese a que ha
debido hacerse cargo de su rembolso a costa de su sacrificio y pobreza.
Provoca
tristeza pero también indignación pues cada vez que el Estado ha
acumulado deuda luego ha tenido que direccionar recursos para pagar
intereses en detrimento de tantas prioridades que tiene la población ,es decir,
han impactado en nuestra realidad en perjuicio del desarrollo del país y
de la calidad de vida de los argentinos .
Por
esta razón pienso que la deuda más grande es la que tiene la
clase dirigente hacia el pueblo argentino , a quienes deberían
rendirle cuentas de sus malas gestiones , muchas veces en
complicidad con los acreedores externos que en forma deliberada
han provocado endeudamientos irresponsables.
En
esta semana se tratará en el Congreso de la Nación el acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional que estimo tendrá aprobación .
Además
de las recurrentes auditorías que hará el organismo en nuestras finanzas sería
bueno que la ciudadanía tenga mejor acceso y participación
sobre la administración de los fondos públicos ,cuál es su
destino y orden de prioridades que se respeta.
A
pesar de los años sigue vigente aquella frase de Avellaneda
"La República puede estar dividida hondamente en partidos
interiores, pero no tiene sino un honor y un crédito como solo tiene un
nombre y una bandera. Hay millones de argentinos que economizarían hasta sobre
su hambre y su sed para responder a los compromisos de la fe pública ante
los mercados
extranjeros".
María Cecilia Repetto
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