ANTE LA LEY
“Ante la ley” es el nombre de un cuento
que el escritor checoslovaco
Franz Kafka escribió hacia el año 1915.
Es un relato breve con un vocabulario sencillo que demora poco en leerlo, pero bastante más en repasarlo.
Al menos es lo que me sucedió a mí y sé que a unos
cuantos más les sucedió lo mismo, de
volver hacia atrás una y otra vez la página o quedarse con el dedo fijo en la
sien frente al último renglón en la búsqueda del significado.
Sucede que ,como en todo relato de Kafka, hay una escena
perturbadora que se ha dado en denominar “la paradoja Kafkiana” donde el lector
puede intentar adivinar qué significa y encontrarle múltiples interpretaciones.
El cuento comienza diciendo que un
campesino llega ante las puertas de “La Ley “y se encuentra con un guardián a
quien le pide permiso para entrar, pero éste le responde que debe esperar.
Asimismo, le advierte que si traspasa la puerta otros guardianes
más poderosos también le impedirán el ingreso.
Pese a que las puertas están abiertas el campesino decide
obedecer y se queda en el lugar a la espera de un permiso que nunca le llegará.
Pasan muchos años aguardando sentado en un taburete y cuando
está débil y próximo a la muerte el paciente campesino le pregunta al guardián
como es que en tanto tiempo nadie se había presentado a reclamar ingresar a La
Ley y éste le dice que esas puertas estaban abiertas para solo para él y que
ahora se cerrarán.
Después de leer este relato intenté asociar la situación
con otras que en el plano social o individual les suelen suceder a las personas,
de esperar largo tiempo el permiso para acceder a un derecho y de encontrarse con guardianes u obstáculos que
lo frenan y hacen esperar.
También podría equiparse a esas oportunidades perdidas o
puertas que estaban abiertas para uno y que por distintas circunstancias no se
han podido traspasar, muchas veces por falta de coraje para enfrentar los
obstáculos o porque se espera inútilmente que alguien que se nos representa más
poderoso nos habilite el ingreso a ellas.
En el relato de Kafka la ley está representada por una
sucesión de guardianes de aspecto temible, de obstáculos que desprecian al
individuo y ante los que éste no puede responder sino con la resignación y la
espera.
El individuo común, por tanto, es presentado frente a la Ley
como algo insignificante, subordinado, sin capacidad ni fuerza para reclamar lo
que le corresponde.
Ante la ley podría ser una parábola del acceso a la Justicia,
derecho que le corresponde a cada ciudadano como tal,reducidos muchas veces en
la práctica a meras declaraciones, pues el funcionamiento de los tribunales no
es nunca rápido ni resulta siempre eficaz
Cabe destacar que el cuento de Kafka tuvo muchas
repercusiones tanto en el ámbito literario como en otras modalidades del arte y
la política.
La parábola es referenciada en la novela Elizabeth Costello,
de J. M. Coetzee.
También fue motivo de análisis por Jacques Derrida en un
ensayo que lleva el mismo título
La película de Martin Scorsese “Después de hora” presenta
una escena que parodia esta parábola.
El compositor norteamericano Arnold Roser creó Parábola
de la ley, un trabajo para barítono y orquesta basada en la parábola de Kafka.
Pero también nos transporta a la realidad que viven
muchos sectores de la sociedad argentina a quienes le pasan los años sin
obtener el reconocimiento de derechos reconocidos en la Constitución Nacional.
Pienso, por citar un ejemplo en los jubilados y una frase que se ha vuelto repetitiva entre
la gente adulta “Yo no creo que alcance a
ver a la Argentina salir adelante “.
Se trata de una frase que resume un pesimismo inédito, un
sentimiento que deviene de observar la crisis en la que vivimos y la falta de horizontes,
como nunca antes sucedió.
No es tan diferente al relato de Kafka, el ciudadano se
siente un campesino desesperado, viendo que le pasan los años aguardando ¿Quizá
un milagro? Esperando que se remuevan los obstáculos que impiden el acceso a
sus derechos.
Pero el relato Ante la Ley de Kafka también nos sitúa frente a un dilema moral ,nos plantea algunos interrogantes que
merecen nuestra reflexión .
Se trata de la
responsabilidad que le corresponde a cada ciudadano dentro de la sociedad como
artífice de su destino.
María Cecilia
Repetto
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